Bernard Minier acudió al festival internacional Huellas del Crimen
En época de crisis, los lectores van a ella, porque encuentran algo que les habla de lo que viven, expresa en entrevista con La Jornada
Viernes 24 de junio de 2016, p. 7
La literatura negra posee el vigor para mostrar la debacle que vivimos, de ahí su éxito. Habla de lo que los lectores viven, de este tiempo en que la violencia prohija incluso la poesía, afirmó el escritor francés Bernard Minier.
Estamos en una época de crisis. Novedosas, múltiples. La novela negra es el género más capaz de dar cuenta de esas crisis, por eso tantos lectores van a ella, porque encuentran algo que les habla de lo que viven
, explicó el narrador en entrevista con La Jornada.
La charla con el autor de No apagues la luz se desarrolló en el panóptico de una antigua prisión de San Luis Potosí, ahora el recién inaugurado Centro de las Artes Centenario, que albergó hace unos días la primera edición del Festival Internacional de Novela Negra Huellas del Crimen.
Respecto de ese encuentro, Minier (Béziers, 1960) se mostró sorprendido que sea el primero de este tipo en México, porque en su país natal hay festivales casi cada fin de semana. Aquí había un hueco por llenar. Me parece maravilloso que la sede sea una cárcel, y tan paradisiaca que es casi una contradicción en sí misma. Hablar de novela negra aquí, al sol, debajo de estos árboles, en este lugar, es bastante difícil; es como un actor que tendría que hacer un papel de pobre saliendo de su hotel cinco estrellas
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El autor francés indicó que el tema de la violencia es lo que más le interesa. Cómo hacer que el lector la reciba como un puñetazo, como algo chocante, lo cual es muy difícil, porque él ha leído tantas cosas y mirado muchas películas
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País con experiencia violenta
En el calor y bajo un cielo azul, a la vista de la torre de vigilancia original, que ahora expone una gigantesca Virgen de Guadalupe, y rodeado por los edificios de la otrora prisión, Minier dijo que el crimen, pese a ser una especie de lugar común en la literatura, “no es tanto un cliché, sino un dato interno de la humanidad y tal vez el más importante, el más antiguo. Hay muchos crímenes.
En este país tienen una gran experiencia en el tema de la violencia, pero no es el caso de Europa. Allá tenemos un conocimiento de ella casi ficcional. Hay muy poca gente que ha enfrentado la violencia extrema. Y lo que me interesa más es la reacción de los personajes ante una situación de peligro, lo que pasa con la gente cuando los ponemos en situaciones límite, porque así ves lo que hay en la tripa, en el corazón, lo que hay detrás de la máscara cuando la civilización se cae.
El creador del personaje Martin Servaz indicó que el tema es complejo. “Hoy hay tantos países con una violencia extrema; no es el campo de concentración de Auschwitz, pero sí Paquistán. Sin embargo, Medio Oriente y África tienen maravillosos poetas, aparte de esta pesadilla que viven.
Sobre la tierra empapada de sangre puede salir una flor, la de la poesía, que se nutre de lo más profundo que hay en el humano y ahí está, también, la violencia.