El Comité de Coordinación de Procedimientos Especiales y los presidentes de los órganos de Tratados de Derechos Humanos, pertenecientes a la Organización de Naciones Unidas (ONU), exhortaron a otros actores en la materia y a todos los gobiernos en las Américas a asignar los fondos necesarios para salvar a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

En un comunicado difundido por la Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU, recordaron que la dificultad financiera por la que pasa el organismo ha puesto en riesgo su existencia, por lo que, aseguraron, no podemos permitir su bancarrota.

Recordaron que la CIDH está en una crisis financiera tan aguda que ha llevado a la suspensión de todas las visitas y las sesiones planificadas para el resto del año. Además de que 40 por ciento de los contratos de su personal en Washington no podrán ser renovados a fines de julio, a menos que se reciban los fondos correspondientes o promesas de donaciones antes del día 15 de este mes.

Si no se encuentran soluciones urgentes, el impacto negativo para las víctimas, los peticionarios y la sociedad civil en su conjunto, así como para la situación de derechos humanos en la región, será imposible de calcular, advirtieron.

Destacaron que la crisis de la CIDH no sólo afecta negativamente a la región, sino que también tiene un impacto en otros sistemas que han desarrollado lazos de cooperación con ella a lo largo de los años.