Pobladores señalan que el Ejército ya no vigila la zona
Sábado 4 de junio de 2016, p. 24
Cocula, Gro.
Unos 500 niños de dos primarias y un jardín de niños del poblado de Nuevo Balsas, municipio de Cocula, Guerrero, se encuentran sin clases desde la semana pasada, debido a que la delincuencia organizada mantiene amenazado a choferes del transporte público de Iguala, denunció el comisario Marcos Valentín.
Detalló que en la carretera que va de Mezcala, municipio de Eduardo Neri, a Nuevo Balsas –a más de 80 kilómetros de Chilpancingo–, soldados del 27 Batallón de Infantería abandonaron las labores de vigilancia que efectuaban en varios vehículos en el poblado y se trasladaron a la ciudad de Iguala.
El pueblo les construyó instalaciones desde 2014, invertimos más de 200 mil pesos, pero ya se van (el Ejército) y apenas llegaron el pasado miércoles
, indicó un comandante de la policía comunitaria.
Agregó que los viajes desde Iguala eran casi cada hora desde las 5 a las l7 horas, pero ahora prácticamente Nuevo Balsas está incomunicado.
Marcos Valentín explicó que los maestros de las primarias José María Morelos y Pavón, Amado Nervo, así como el jardín de niños Albert Einstein, dejaron de ir al pueblo debido a presiones de la delincuencia, que también extorsionan a ejidatarios de la mina El Limón-El Huajal, de la empresa canadiense Media Luna.
La población tiene dificultades para comprar alimentos. No quisiera alarmar a la gente, pero hay muchos delitos y aunque vienen fuerzas de los gobiernos federal y estatal, de todos modos está muy sola la carretera que va hasta Cocula e Iguala, es muy peligroso viajar hasta allá
, alertó.
Recordó que hace casi dos semanas detuvieron a cinco extorsionadores, que casi lincha la población. Se los entregamos a la Policía Federal, pero ya los liberaron, pedimos que el gobierno haga su trabajo y no nos abandone. Nos están matando. Desde que se abrió la mina, la delincuencia se acercó más, aquí la gente se dedica a la pesca, al campo y a la minería
.
Pidió al presidente Enrique Peña Nieto y al gobernador Héctor Astudillo seguridad, ya que los pobladores no están en contra de la mina, sólo piden que el Ejército haga su trabajo e instale retenes, “porque no tiene caso que sólo se anden paseando, o estén encerrados en su base. Si lo hacen, desaparecemos a la policía comunitaria.
“A mí me han amenazado, me dicen: ‘te vamos a matar y a embolsar’. Los delincuentes quieren el paso libre y la policía comunitaria estorba. Nosotros no peleamos droga, sólo defendemos al pueblo”, puntualizó.