Dirigentes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) rechazaron las acciones de organizaciones campesinas que el pasado martes agredieron y humillaron a directivos y docentes en Chiapas. Ante estos hechos, solicitaron a los gobiernos federal y estatal ‘‘se realice una investigación a fondo para que se deslinden responsabilidades y se sancione a los responsables’’.

Francisco Bravo, ex dirigente de la sección 9 de la Ciudad de México –integrante de la dirección política–, afirmó: ‘‘Estamos convencidos de que se trata de una campaña para desprestigiar a la coordinadora. No han tenido los argumentos para echar abajo nuestra exigencia del diálogo, ni han hecho creíble que somos una minoría los que rechazamos la reforma educativa’’.

El secretario de Educación, Aurelio Nuño, y la administración peñista, dijo, ‘‘están en un callejón sin salida. Han utilizado todos los medios a su alcance para desactivar la protesta magisterial. Han pasado de las amenazas, la intimidación, el uso de la fuerza pública, los desalojos, los descuentos y ceses, a una nueva estrategia para golpear al magisterio y acusarlo de violento. Por eso les decimos que somos nosotros los que exigimos una investigación clara, precisa, transparente y con evidencias’’.

Por su parte, Salvador Almazán, secretario de Organización de la sección 18, afirmó: ‘‘No es una táctica de la CNTE agredir a maestros. Eso es falso, al igual que la acusación de que nosotros trasquilamos a los compañeros. Hay videos y testimonios de los agredidos que deslindan a los profesores’’.

Agregó que todo movimiento social ‘‘corre el riesgo de ser infiltrado, pero también pesa la cerrazón permanente del gobierno a escuchar las demandas y atenderlas. Las organizaciones sociales llegan a hartazgos que pueden degenerar en actos reprobables de violencia, situación que sería innecesaria si la administración federal cumpliera con su obligación de escuchar’’.

En tanto, en la Ciudad de México, cientos de maestros disidentes de Chiapas, Guerrero y Michoacán, que permanecen en el plantón de la Ciudadela, marcharon desde la Bolsa Mexicana de Valores al Senado para luego avanzar hasta la Secretaría de Gobernación y ahí demandar la instalación de una mesa de negociación.

‘‘Fueron grupos de choque’’

Por otra parte, en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, la sección 7 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), adherida a la CNTE, aseguró que fueron ‘‘grupos de choque’’ los que ‘‘vejaron, humillaron y raparon’’ el pasado martes en Comitán a seis maestros. La acción tuvo como fin ‘‘denostar y calumniar la noble lucha que hoy el pueblo y el magisterio libran en contra del Estado mexicano’’.

En un comunicado, la sección sindical pidió ‘‘castigo a los porros, infiltrados y grupos de choque, así como a quienes los subsidian’’. Subrayó que ahora ‘‘el pueblo sabe y entiende a la perfección cómo opera el Estado en este tipo de actos que magnifican’’ algunos medios de comunicación usando ‘‘todo el veneno para intentar desinformar y manipular’’.

Agregó que el Estado y medios afines son una ‘‘simbiosis corrupta y simuladora culpable de la embestida a la educación pública y el empleo. Esos medios al servicio del poder nada dicen de las constantes represiones y descalabros de los que la lucha magisterial es víctima. Callaron cuando un compañero perdió los dedos de una mano al estallarle una bomba de gas lacrimógeno y cuando una niña de dos años fue internada por asfixia e intoxicación’’.

Subrayó que ‘‘es cuestionable que la SEP y el SNTE, culpables de un cúmulo de agravios en contra de los trabajadores de la educación, salgan cínicamente a intentar confundir haciendo creer que defienden los derechos de sus agremiados, cuando su simbiosis corrupta y simuladora es culpable de la embestida contra la educación pública y el empleo’’.

(Elio Henríquez, corresponsal)