Lázaro Cárdenas, Mich.

Para revertir siglos de rezago en el sur-sureste del país –donde viven dos de cada tres mexicanos en pobreza extrema– el gobierno federal impulsará este mismo año las zonas económicas especiales (ZEE) de Michoacán, Guerrero, Istmo de Tehuantepec y Puerto Chiapas. Para 2017 se establecerá una más en el corredor Campeche-Tabasco.

Se trata de saldar una deuda histórica con un proyecto de futuro, dijo el presidente Enrique Peña Nieto.

Los mexicanos somos un mismo pueblo. No puede haber dos Méxicos. Las oportunidades de desarrollo, prosperidad y bienestar deben estar al alcance de todos sin importar la región donde vivan, indicó durante la promulgación aquí de la Ley Federal de Zonas Económicas Especiales.

Sobre la pertinencia de estas acciones, el mandatario partió de reconocer el contraste nacional con regiones de prosperidad y marginación, de vanguardia y rezago.

Un país, añadió, en el que lo mismo se compite y gana en la economía global y con índices crecientes de ingreso, desarrollo y bienestar, pero donde también hay otro México que se ha quedado atrás, que no ha podido aprovechar su potencial productivo y que sufre carencias sociales inaceptables.

Se trata, en este caso, de las zonas con abundantes recursos naturales, pero donde millones de familias siguen viviendo en condiciones de pobreza y atraso. Así, mientras en Chiapas, Guerrero y Oaxaca viven uno de cada diez mexicanos, estas entidades sólo han recibido uno de cada 36 dólares de inversión extranjera directa (IED) en los pasados 15 años y el valor de las exportaciones en esos estados equivale a menos de 2 por ciento de las exportaciones de las seis entidades de la frontera norte.

Así de desiguales son las regiones que tenemos en nuestro país, convino Peña Nieto. Revertir tal situación, requiere un esfuerzo extraordinario de todos los órdenes de gobierno y la participación de los sectores privado y social.

Se busca en ellas, desarrollar cadenas de valor regional, ampliar los servicios públicos locales y generar beneficio para las poblaciones. En suma, aseguró, representarán un hito en las políticas públicas de combate a la pobreza y la desigualdad.

Tampoco descartó resistencias frente a estas medidas de cambio, y pidió unidad para llevarlas adelante.

Dispuso enseguida varias medidas: en un mes debe publicarse el decreto de creación del órgano desconcentrado de la Secretaría de Hacienda para la creación de las ZEE y completar la regulación secundaria de la ley promulgada ayer, y a más tardar a finales de año emitirse los decretos de creación de las ZEE.

Hacienda diseñará un esquema de incentivos fiscales y facilidades en las ZEE, de alto impacto y sustancialmente atractivo respecto a otras zonas del mundo. El próximo año deberán firmarse los convenios respectivos con los gobiernos locales y diseñar los programas de desarrollo en las áreas de influencia de las ZEE. El gobierno realizará un inventario de las obras de infraestructura prioritarias y designará a los administradores integrales de las zonas.

La idea, dijo Peña Nieto, es que a más tardar en 2018 se tenga una empresa ancla.

Luis Videgaray, titular de Hacienda, resaltó que para lograr un crecimiento a tasas superiores a 4 por ciento se requiere sintonizar a todas las regiones. De lo que se trata es de incidir en contra de la pobreza, la desigualdad y las grandes disparidades del desarrollo regional que inhiben el progreso y la integración social.

Juan Pablo Castañón, líder del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), se mostró coincidente con la creación de las ZEE y pidió para las mismas planes estratégicos integrales por cada zona con visión de largo plazo con certidumbre jurídica y garantía de ejecución de los programas y corredores logísticos seguros, donde las personas y los productos transiten sin riesgos.

En el acto estuvieron además los gobernadores donde se instalarán las ZEE.