Mujeres y jóvenes mexicanos son los grupos con mayor riesgo de no alcanzar una pensión para su retiro debido a factores culturales, sociales y laborales: las primeras porque dejan de aportar a su cuenta individual y, los segundos, porque prefieren el beneficio inmediato de un ingreso en la informalidad.

Datos que arrojó la Encuesta de Trayectorias Laborales 2015, realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) por encargo de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), indican que en el país las mujeres corren el riesgo de no alcanzar una pensión porque empiezan a laborar casi tres años más tarde que los hombres, cuentan con un menor nivel educativo y duran menos en el empleo, y los que consiguen son sin seguridad social. La mayoría de las mujeres se dedica al hogar al dejar el empleo, lo cual las confirma como un grupo vulnerable en materia pensionaria, puntualiza el análisis.

Por cuanto a los jóvenes, porque se incorporan relativamente más tarde al mercado laboral y cuando lo hacen, sólo cuatro de cada 10 consiguen un trabajo formal.

Datos del Inegi proporcionados por su presidente, Julio Santaella, indican que al año pasado el país tenía una población de 120 millones de habitantes, de los cuales 62 millones son mujeres. El otro grupo vulnerable, el de jóvenes de 20 a 34 años, está conformado por 29 millones de personas. Serían los grupos más vulnerables en materia pensionaria.

El módulo 2015 de Trayectorias Laborales fue realizado por el Inegi en junio del año pasado con información para el periodo 2010-2015. Incluyó 26 preguntas que se hicieron a 7 mil personas de manera directa en cuanto a su propia experiencia laboral y no sobre algún familiar o conocido.

En su participación durante la presentación del reultado del estudio, el presidente de la Consar, Carlos Ramírez Fuentes, reconoció que, de hecho, en el Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR) existen alrededor de 55 millones de cuentas de ahorro para el retiro, de las cuales 7 millones son inactivas-inactivas (no se registra movimiento en los pasados cinco años) y 27 millones más son intermitentes, es decir, que sus titulares pasan de la formalidad a la informalidad y viceversa.

Al respecto, los datos de la ecuesta indican que 68.6 por ciento de las personas con experiencia laboral han cotizado a la seguridad social en algún momento de su carrera, aunque existe, sin embargo, una alternancia entre la formalidad y la informalidad y para muchas personas que buscan un empleo formal con seguridad social resulta complicado conseguirlo.

Resulta crítico reforzar las acciones para afiliar a la población al SAR desde una edad temprana, pues entre más se posponga el momento de ingresar al mercado formal, más complicado será hacerlo durante la trayectoria laboral de los trabajadores, dijo el funcionario. Además, recalcó, la probabilidad de ser informal cuando se fue informal en el empleo anterior es muy alta (70.9 por ciento), dijo el presidente de la Consar.