Turín.

Protagonista de un inesperado vuelco en la clasificación general, el campeón de Italia, Vincenzo Nibali, conquistó su segundo Giro este domingo, tras la última etapa en Turín, ganada por el alemán Nikias Arndt (Giant) tras la descalificación del italiano Giacomo Nizzolo (Trek).

A un año de festejar su edición número 100, la Corsa Rosa, la segunda gran carrera por importancia en el ciclismo, ofreció espectáculo y suspenso hasta el final. Nibali, gran favorito en la salida en Utrecht, con sus fortalezas y debilidades, animó en los tres días pasados una competencia que tenía perdida, siendo el colombiano Esteban Chaves (segundo al final) el mayor damnificado por la recuperación del Tiburón de Sicilia.

Tomé la salida con la etiqueta de favorito y eso me condicionó un poco. Se esperaba mucho de mí y eso me llevó a correr mal, explicó Nibali antes de la fiesta en Turín, una ciudad engalanada de rosa para la ocasión.

Cuando comprendí que estaba prácticamente perdido me sentí liberado, declaró el corredor de Mesina, localidad donde nació hace 31 años, recordando los más de cuatro minutos y medio que perdía con el entonces líder, el holandés Steven Kruijswijk, cuando sólo restaban tres etapas para el final.

Vincenzo Nibali levantó emocionado el trofeo que lo acredita como ganador del Giro de ItaliaFoto Ap

Pero la caída de Kruijswijk el viernes al inicio del descenso del Puerto de Agnel cambió la suerte de Nibali.

Apoyado por sus compañeros en el poderoso equipo kazajo del Astana, Nibali ganó la etapa con final en Risoul, antes de dar la estocada definitiva el sábado en el puerto de La Lombarde, en la carretera que conducía al Santuario de Sant’Anna di Vinadio.

A diferencia de 2013, cuando dominó la carrera de principio a fin, el campeón de Italia no vistió la maglia rosa hasta la penúltima etapa, la víspera de la llegada a Turín, donde se impuso el alemán Nikias Arndt tras la descalificación del italiano Giacomo Nizzolo por un esprint irregular.

Nibali se vio favorecido por los infortunios que persiguieron a sus rivales. La caída de Kruijswijk y el bajón en el estado físico de Chaves propiciaron un liderato que en otras circunstancias difícilmente se hubiera producido.

“Ha sido un Giro muy arduo, pero tengo una gran felicidad ahora mismo”, declaró Nibali, ganador del Tour de Francia en 2014 y la Vuelta a España en 2010. He disfrutado todo el apoyo de la gente. Me han dejado sin palabras.