La visión del paisaje mexicano que aparece por primera vez ante la mirada del otro en 1519, cuando Hernán Cortés observa Tenochtitlán desde la sierra Nevada, descrita desde de la prosa poética de Alfonso Reyes, fue reditado por la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) para celebrar los cien años del texto escrito en Madrid, en 1915.

Al mismo tiempo que reconstruye el paisaje, lo hace con la conformación de la cultura mexicana, se describió durante la presentación del libro.

Acto en la Capilla Alfonsina

En la Capilla Alfonsina, lugar que habitó el humanista y donde el miércoles se presentó Visión de Anáhuac, 1519: visiones y revisitaciones. Una lectura crítica, se mencionó que un concierto de voces es convocado en el texto: la del mexicano exiliado, la del conquistador, el explorador y la del indio, gracias al autor que concentra las diversas miradas que describen el valle de México desde la época prehispánica hasta la contemporánea de Alfonso Reyes.

El objetivo es recuperar de alguna manera la redacción de ese texto y ponerla a circular de nuevo para que llegue a más lectores; además, la edición se acompaña con 11 textos críticos que de alguna manera forman un aparato crítico de la obra, describió Ludivina Cantú, directora de la Facultad de Filosofía y Letras de la UANL, además de editora del primer volumen.

“Nos permite establecer nuevos diálogos con los textos literarios. Es lo que hemos querido hacer con esta Visión de Anáhuac”, adelantó sobre el proyecto editorial que se ha propuesto rescatar obras valiosas de tradición para que lleguen a la mano de nuevos lectores y recoge la versión que publicó el Fonde de Cultura Económica en 1956, al que agradecemos por la cesión de los derechos de autor para la publicación de mil 500 ejemplares.

Es un texto sumamente provocador, fundacional, se afirmó en el edificio ubicado en la colonia Hipódromo Condesa.

Es recobrar la visión que el autor, entonces de 26 años, tenía de nuestro país desde el exilio, en el contexto de la Revolución en México, la Primera Guerra Mundial y una tragedia personal, cuando Reyes vuelve la mirada y reconstruye la compleja historia a partir de una literatura del espacio, la visión de Anáhuac constituye una apología de la imagen.

La presentación del libro, que se suma a la conmemoración de Alfonso reyescon motivo del 127 aniversario de su natalicio (17 de mayo de 1889), es parte del ciclo De capilla a capilla, que hermana a los dos recintos de las letras en memoria del autor, uno en Monterrey, su ciudad natal, y el otro en la Ciudad de México, donde falleció en 1959.

Dos recintos hermanados

Después de 21 años, el Festival Alfonsino, el acto cultural más importante de Nuevo León, expande por primera vez sus actividades más allá de los linderos de la UANL.

Queremos estrechar los lazos entre la Capilla Alfonsina de la Ciudad de México y la de la Universidad, expresó Ludivina Cantú.

Alicia Reyes, directora de la Capilla Alfonsina y bastión de la memoria de Alfonso Reyes, su abuelo, celebró la conjunción de los dos espacios. Estas dos capillas están constantemente trabajando y dialogando por una gloria de México.

Música de Mozart y de Brahms, en un breve concierto del cuarteto de cuerdas Colegio Civil y el clarinetista Vanguel Tangarov, antecedieron la presentación del libro, donde fue el hogar del bibliófilo Alfonso Reyes; la concurrencia rodeada por los anaqueles repletos de páginas, retratos, grabados, figuras de bronce y fotografías del autor posando en esa misma biblioteca ubicada en la calle de Benjamín Hill. Venimos a traerle un regalo y serenata en su 127, exclamó José Javier Villarreal, encargado del cuidado de la reciente edición. A su lado, Marcos Daniel Aguilar, uno de los autores de los 11 ensayos que acompañan la Visión de Anáhuac, de Reyes.