Los elementos del Ejército Mexicano han sufrido de 2007 a 2016 un total de 3 mil 813 agresiones armadas de la delincuencia organizada, mientras que, de 2007 a 2012, el número de muertos de los ‘‘presuntos agresores’’ supera en casi 10 veces al de los soldados fallecidos, mientras que los militares heridos casi triplican el número de los atacantes lesionados.

De acuerdo con información oficial de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), publicada en su portal de transparencia, los soldados muertos durante el periodo referido ascienden a 326 por 2 mil 959 agresores.

Respecto de los heridos, los militares suman mil 350 por 405 atacantes, así como 2 mil 560 agresores detenidos.

En cuanto al número de personas ajenas a los hechos que fallecieron durante las agresiones a los militares, la Sedena señala que hasta 2012 sumaron 40, según las recomendaciones emitidas por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.

Esto, en razón de que debido a modificaciones al marco legal en 2012, la dependencia dejó de contabilizar los casos de ‘‘agresores civiles muertos, heridos, detenidos y personas civiles ajenas a los hechos fallecidas durante las agresiones’’.

El mayor número de agresiones registradas fue en el penúltimo año del gobierno de Felipe Calderón, cuando sumaron 1009; al año siguiente (2012), la cifra se redujo a 814. En 2010, los ataques a los miembros del Ejército sumaron 621, mientras que en el primer año del gobierno de Enrique Peña Nieto fueron 482 casos; un año después, 276; en 2015 pasaron a 185, y en lo que va de este año suman 65.

En 2007 fueron 48, un año después sumaron 106, mientras que en 2009 alcanzaron los 207 casos.

La última vez que la dependencia registró el número de agresores muertos y heridos (2011), la proporción de soldados fallecidos fue de 40 por mil 297 atacantes, mientras que en el número de lesionados fueron 324 militares por 138 agresores.