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Rechazan la edificación de una escuela privada y las 22 construcciones en Tetelpan

Pese a obra hidráulica, habitantes de Ameyalco sufren escasez de agua

No resolvió el problema, sino que lo agravó, sobre todo en la periferia de San Bartolo, señalan

La demanda se cubre por tandeo o con garrafones, dicen

Algunos vecinos sí ven beneficios

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Pobladores y autoridades de San Bartolo Ameyalco elegidas en asamblea realizaron un acto político-cultural con motivo del segundo aniversario de los hechos de violencia en su contra, por oponerse a la conexión de su manantial al Sistema Lerma-CutzamalaFoto Víctor Camacho
 
Periódico La Jornada
Lunes 23 de mayo de 2016, p. 31

A dos años de la conexión del manantial al Sistema Lerma-Cutzamala, los habitantes de San Bartolo Ameyalco continúan sufriendo escasez de agua y deben pagar alrededor de 2 mil pesos mensuales para adquirirla mediante pipas y garrafones, con la finalidad de sufragar sus necesidades básicas.

El problema se agravará con la construcción de la escuela privada Christel House, que requerirá de una dotación continua del líquido para 500 alumnos y la planta docente, y con los 22 proyectos inmobiliarios en la zona de Tetelpan, advirtió Héctor Cerezo.

No estamos de acuerdo con los proyectos que se hacen a costa del pueblo, como el hidráulico, que no resolvió los problemas de abasto de la gente o la escuela, porque su edificación significará el inicio del cambio de uso de suelo para que lleguen más proyectos de vivienda, afirmó.

En el segundo aniversario de los hechos de violencia ocurridos por la conexión del manantial al Sistema Cutzamala, que derivó en la detención de cinco personas, los habitantes exigieron castigo para el ex jefe delegacional de Álvaro Obregón Leonel Luna Estrada y el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera.

El proyecto hidráulico que impusieron con el uso de la fuerza pública, puntualizaron, no resolvió el problema de escasez de agua en la zona, sino que lo agravó, sobre todo en la periferia del pueblo, donde la demanda se atiende por tandeo, una o dos veces a la semana.

La compra de pipas o agua de garrafón es constante, porque ya no tenemos el control del manantial, sino el Sistema de Aguas (de la Ciudad de México), y ellos deciden a quien dársela; sin embargo, hay un gran número de desarrollos inmobiliarios y un centro hípico, que no tienen este problema de escasez, puntualizaron.

Hasta el momento, agregó Cerezo, se ha logrado frenar esos desarrollos en San Bartolo, porque “aquí es sólo habitacional, pero tememos que con la escuela las cosas cambien y al rato los tengamos. Además de no tener agua, las vialidades son angostas y no hay lugar para estacionarse, advirtió.

Comentó que se propuso al gobierno comprara los terrenos que ocupará el plantel para construir un centro cultural o de salud que beneficie a la comunidad, pero no hemos tenido respuesta.

Por otra parte, vecinos de Ixtlahuaca, Margot y Torres de Tepito informaron que la conexión del manantial sí sirvió y permitió que a 2 mil familias les llegue agua a sus tomas después de 20 años, acabando con el negocio de los piperos.

Anualmente se embolsaban 88 millones de pesos vendiéndonos el agua, pero se les acabó el negocio, porque ya no tenemos que gastar entre mil 500 y mil 800 pesos para comprar una pipa que nos duraba 20 días, pues ahora sólo pagamos una tarifa bimestral de 90 pesos, dijo Silvia Santos.