Las plataformas digitales que operan en México, como Netflix y Claro Video, se encuentran en una fase de expansión acelerada y han desplazado a la televisión de paga o abierta en el consumo de contenidos audiovisuales por los jóvenes mexicanos que tienen menos de 30 años, acceso a Internet, habilidades digitales y poder adquisitivo que les permite gastar más allá de sus necesidades básicas, reveló The Competitive Intelligence Unit (The CIU), consultoría especializada en telecomunicaciones.

Ese segmento poblacional “está dejando de ver contenidos de televisión, abierta o restringida, para sólo hacerlo a través de plataformas digitales o incluso sólo ha disfrutado de películas o programas a través de Internet, por lo que reciben la denominación de cord-cutters (cortadores de cable) o cord-nevers (nunca cable), respectivamente”, añadió.

A menos de un lustro de que esas plataformas de servicios, conocidos como Over The Top (OTT, por sus siglas en inglés), fueron lanzadas en México, ya cuentan a la fecha con 5.6 millones de suscriptores, lo que implica un crecimiento anual de 44.5 por ciento, de acuerdo con el análisis de The CIU, realizado por Radamés Camargo y Jacqueline Hernández.

Es un hecho que estas plataformas han ganado terreno en las preferencias de los consumidores en México. De manera que los servicios OTT ya compiten directamente con otras plataformas de contenidos de video, como es el caso de la televisión de paga.

Netflix concentra 68.9 por ciento de los suscriptores y Claro Video, que se ubica en el segundo lugar, tiene 28.7 por ciento de las suscripciones. En tanto que Mubi, HBO o Klic Cinépolis tienen apenas 0.5 y uno por ciento, cada uno, de la clientela total, detalló la consultoría.

Las preferencias por una u otra plataforma, indicó, están determinadas por la cantidad y calidad de los contenidos que ofrecen (programas o películas), la especialización que tengan (de contenido básico a exclusivo o premium), la facilidad de acceso entre diferentes dispositivos, la antigüedad que tengan en el mercado y también por el precio del servicio que ofrecen a los consumidores finales.

Explicó que el consumo de contenidos audiovisuales más allá de la televisión abierta y de paga se ha visto favorecido tanto por la masificación de los dispositivos inteligentes (televisores, smarthpones y tablets) como por el actual entorno de creciente conectividad que favorece la transmisión de datos a mayor y más veloces capacidades.

The CIU refirió que incluso en países como Estados Unidos y Brasil ya se registra una regresión de las suscripciones de tv de paga frente a aquellas de servicios OTT. En el caso de México, precisó que 77 por ciento de los internautas han visto contenidos audiovisuales en Internet, es decir, 47.5 millones de personas. De ellos sólo 12 por ciento, es decir, 5.6 millones, está suscrito a las plataformas digitales por pago mensual o renta y la cifra representa un crecimiento anual de 44.5 por ciento.

Si bien The CIU sostuvo que el disparo experimentado por estas plataformas en el número de usuarios ya los convierte en una opción competitiva, advirtió que su masificación dependerá de que se generalice la conectividad entre la población, así como de que ésta cuente con un poder adquisitivo suficiente para acceder a dichos servicios y también de que haya calidad y capacidad suficiente en la banda ancha.