Moscú.

Antes de iniciar sus vacaciones de verano, tras concluir el periodo de sesiones de primavera, los diputados de la Duma aprobaron una polémica decisión que resulta insultante en un país en el que se extienden los despidos, los recortes salariales, los recesos forzados sin goce de sueldo y otras medidas que se aplican para paliar la actual crisis económica.

La presente legislatura debería terminar en diciembre de 2016, pero el Kremlin propuso, a través de la bancada oficialista, adelantar los comicios parlamentarios a septiembre de ese año, bajo el argumento de que realizar la votación a comienzos del otoño se podría traducir en un incremento de la participación por tener condiciones climáticas más favorables que en el frío invierno.

Y sólo dos diputados, de los 381 presentes en la sala, votaron en contra de la cláusula que establece una compensación para los diputados que no consigan ser relectos.

El paracaídas de oro equivale a casi medio millón de pesos –a razón de entre 150 y 170 mil pesos mensuales, dependiendo del tipo de cambio, por cada uno de los tres meses que dejarán de cobrar su salario– y además los actuales diputados que pierdan su escaño mantendrán hasta el 4 de diciembre de 2016, fecha de la votación, el fuero, la vivienda oficial, el seguro médico y otros privilegios.

No hubo debates y la aprobación del proyecto de ley en segunda y tercera instancias, cláusula compensatoria incluida, tardó apenas unos minutos poco antes de que se cerrara el periodo de sesiones.

Después de la adopción en primera instancia y de las críticas que aparecieron en medios de comunicación locales, la Corte Constitucional tuvo que dictaminar que concluir cuatro meses antes la duración de una legislatura no viola la Carta Magna y, por consiguiente, los electores no sufrirán ninguna merma en sus derechos.

Así las cosas, a partir de los comicios de 2016 la mitad de los diputados serán elegidos por listas de partido y la otra por votación en distritos uninominales.

El actual presidente de la Cámara, Serguei Naryshkin, expresó ayer la opinión de que los partidos de oposición no conseguirán para sus listas sufragios suficientes, por lo que en la nueva Duma es probable que repitan sólo los partidos que ahora tienen representación parlamentaria.

En cambio, Naryshkin no descarta que habrá distritos en que ganen opositores al Kremlin y candidatos independientes, pero dijo que todavía es prematuro hacer pronósticos acerca de la futura composición de la Cámara de Diputados.