Amsterdam.

La policía de La Haya detuvo a más de 200 personas en el barrio de Schilderswijk después de que se reportaron disturbios en la ciudad por cuarta noche consecutiva, en protesta por la muerte de un migrante cuando estaba bajo custodia policiaca.

Los arrestados, incluidos transeúntes que estaban observando las manifestaciones, fueron llevados a la comisaría en grupos, en autobuses de transporte público y furgonetas de la policía. La mayoría fueron liberados ayer.

La situación en las calles no se tornó tan violenta como las tres noches precedentes, cuando los manifestantes se enfrentaron a la policía y se reportaron numerosos casos de vandalismo.

El alcalde de La Haya, Jozias van Aartsen, quien ordenó toque de queda el jueves, señaló a una emisora local que estaba satisfecho por la forma en que se comportó la policía.

Los disturbios comenzaron en la plaza central de La Haya, en el suroeste de Países Bajos, el lunes por la noche, después de una protesta por la muerte del migrante Mitch Henríquez, quien estaba bajo custodia policial.

Henríquez murió después de haber sido arrojado, al parecer inconsciente, al piso de una camioneta de la policía. El migrante había sido detenido al terminar un concierto al aire libre.

La familia Henríquez anunció en Facebook que organizará una procesión silenciosa para el sábado por la noche, que se iniciará en la estación de La Haya de Moerwijk y terminará en el lugar donde el migrante falleció.