Martí Batres, presidente nacional de Morena, aseguró ayer que existe una campaña de intimidación contra el partido, “que consiste en atacar de manera frontal a los candidatos y a los militantes en las regiones donde mostramos mayor avance”, de cara a los comicios del 7 de junio. En conferencia de prensa emplazó a las autoridades federales y locales “a que asuman su responsabilidad de brindar seguridad a toda la ciudadanía y frenar la violencia”. De igual manera, a que paren las “prácticas de compra del voto y a comportarse como gobiernos de todos los ciudadanos”. Batres sostuvo que “los hechos de violencia que van desde la amenaza y la intimidación a las golpizas, ataques a automóviles, allanamientos y asaltos a casas”, se han registrado en Coahuila, Chiapas, Distrito Federal, Oaxaca, entre otras entidades.