Admite la presidenta Chinchilla la grave crisis en Seguro Social
Domingo 17 de julio de 2011, p. 26
San José, Costa Rica, 16 de julio. A partir del martes, un llamado a huelga paralizará los hospitales y consultorios públicos en Costa Rica. La presidenta de este país, Laura Chinchilla, admitió esta semana que la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) enfrenta una insostenible crisis financiera.
Los 48 mil trabajadores de la caja, institución que maneja la salud pública y los fondos de pensiones, iniciarán un paro por tiempo indefinido, y otros sindicatos del sector público amenazan con sumarse a la primera huelga.
La convocatoria obedece a disputas sobre el pago de unos beneficios, pero el conflicto sacó a la luz una crisis que se arrastra desde hace años y que amenaza con tornarse inmanejable hacia 2015, si no se hacen reformas al seguro social, que por siete décadas ha sido orgullo del país y símbolo del estado de bienestar.
La huelga por tiempo indefinido comenzará el martes, indicó el secretario general del sindicato de la caja, Luis Chavarría, quien sostuvo que lo que tiene que hacer el gobierno es pagar
la cuantiosa deuda que tiene con el seguro social, lo que permitiría satisfacer las demandas de los trabajadores.
Las autoridades se niegan a conceder lo que exige el sindicato, argumentando que eso implicaría violar la ley, por lo que parece improbable que la huelga sea suspendida. En los hospitales solo trabajarán los servicios de emergencia.
Luis Chavarría, vocero gremial de la CCSS, dijo a la agencia Dpa que desde hace mucho tiempo está en marcha un plan
, amparado al modelo neoliberal
que se ha ido imponiendo en el país, para debilitar el sistema de seguridad social, incluida la CCSS.
Es un plan siniestro, destinado a privatizar servicios y darle negocios a los financistas privados de las campañas políticas
, dijo por su parte Albino Vargas, secretario general de la Asociación Nacional de Empleados Públicos, el principal gremio de trabajadores estatales de Costa Rica.
En tanto, la presidenta Chinchilla anunció en cadena de radio y televisión, el miércoles, que el gobierno pagará este año 175 millones de dólares que adeuda a la Caja, pero admitió que hay una situación financiera insostenible, lo que obliga a hacer reformas.