Atenas, 16 de julio. La secretaria de Estado estadunidense Hillary Clinton llegó esta noche a Atenas, donde se reunirá con las autoridades del país durante domingo y lunes, en deliberaciones que se centrarán en la crisis financiera griega.

Durante el diálogo con su colega Stavros Lambrinidis también se abordará el conflicto en Cercano Oriente, Chipre y la situación en los Balcanes.

La jefa de la diplomacia estadunidense se entrevistará asimismo con el primer ministro griego, Giorgos Papandreu, y con el ministro de Finanzas, Evangelos Venizelos. Además hay programado un encuentro con el jefe de la oposición, Antonis Samaras.

También se firmará un acuerdo de cooperación para impedir el tráfico ilegal con piezas arqueológicas, informó la radio estatal.

En tanto, el primer ministro griego, Giorgos Papandreou, afirmó en una entrevista que ya es hora de que Europa despierte y encuentre una solución viable a la crisis de la deuda griega, que amenaza con minar la zona euro.

Papandreou y los principales responsables del Partido de los Socialistas y Demócratas europeos abogaron este sábado por la creación de eurobonos y una agencia para restructurar la deuda.

Este llamamiento fue realizado al término de una reunión telefónica en la que participaron Papandreou, la francesa Martine Aubry, así como el nuevo ministro finlandés de Relaciones Exteriores, Erkki Tuomioja, y su similar irlandés Eamon Gilmore, además del jefe del grupo SD en el Parlamento Europeo, Martin Schulz.

Consideraron que es momento de que los gobiernos de la zona euro afirmen su primacía sobre los mercados financieros, y reclamaron a los estados medidas valientes y firmes.

En un comunicado propusieron la creación de una agencia de estabilidad para la ampliación de los plazos de rembolso de la deuda de los Estados de la Eurozona y, al mismo tiempo, asegurar una corrección de un Estado cuya economía corre el riesgo de perder su estabilidad. La Eurozona podría beneficiarse de la emisión de eurobonos, precisaron.

Abogan también por la creación de un mecanismo verdaderamente eficaz de la Eurozona, con garantías conjuntas, previsto para ayudar a los países víctimas de los ataques de los especuladores y que asegure que los inversores privados asuman su parte en los costos de las medidas de estabilización.

Proponen una tasa europea a la especulación para recaudar nuevos ingresos sin penalizar a la gente, así como una reforma financiera que limite el poder de las agencias de calificación crediticia y una agencia europea de calificación independiente, financiada con fondos públicos.

Si fracasamos una vez más en controlar al mercado, Europa corre el riesgo de volver a caer en la recesión y perder su soberanía, aseguraron.

En el texto critican la actitud de dirigentes de la región que no logran ver la emergencia de la situación. Estas declaraciones llegan al final de una semana negra para la Eurozona y unos días antes de la reunión extraordinaria de dirigentes de la Unión Monetaria, quienes fueron convocados para el jueves en una reunión en Bruselas para definir, sobre todo, las modalidades de otro plan de ayuda a Grecia.

Por su parte, el ministerio de Finanzas alemán estima que Grecia podría reducir la deuda en 20 mil millones de euros (más de 28 mil millones de dólares) si comprara ella misma sus bonos, según el semanario Der Spiegel en la edición que saldrá el lunes.

De acuerdo con este modelo, el fondo europeo de estabilidad EFSF otorgaría capital a Grecia de modo que ésta compre sus propios bonos a acreedores a los precios actuales. Esta propuesta beneficiaría a Grecia si se tiene en cuenta que los bonos griegos están 50 por ciento por debajo del valor nominal, lo cual secundó el miembro del Consejo Ejecutivo del Banco Central Europeo, Lorenzo Bini Smaghi.

Hemos dicho que una opción útil sería que el mecanismo temporal del FEEF compre bonos en el mercado secundario. Esta opción, sin embargo, no está incluida en el diseño del FEEF. Si hubiera una manera de cambiar esto, sería útil, dijo Bini Smaghi en una entrevista.

El gobierno aprobó el mes pasado un paquete de austeridad de cinco años de recortes de gastos, aumentos de impuestos y ventas de activos del Estado para asegurar la continuación del financiamiento bajo un esquema de rescate de la Unión Europea y del Fondo Monetario Internacional.

Los mercados no confían en Grecia y los únicos que quedan para su financiación son los contribuyentes europeos, señaló Bini Smaghi.