Se evaden 59 presos
La ciudad fronteriza es considerada feudo de Los Zetas
Sábado 16 de julio de 2011, p. 2
Cincuenta y nueve reos se fugaron ayer por la mañana de la prisión número dos de Tamaulipas, con sede en Nuevo Laredo, en medio de la confusión que generó una riña que dejó un saldo de siete reos muertos y cinco heridos de gravedad. Cinco custodios abandonaron el servicio y son buscados para que hagan frente a sus responsabilidades administrativas y penales
, informó el gobierno del estado.
La Fiscalía General del Estado no dio detalles de la riña ni de la evasión, pero precisó que 35 de los reos estaban detenidos por delitos del fuero federal, entre ellos narcotráfico y pertenencia a bandas armadas, y 24 por ilícitos del fuero común.
Agregó que en el llamado Centro de Ejecución de Sanciones (Cedes) la situación ya se encuentra bajo control, y lo ocurrido es investigado de manera coordinada por las autoridades locales y federales
.
Luego de la evasión, informó el gobierno, el Ejército reforzó la vigilancia exterior de la prisión, que alberga mil 238 internos, mientras la Policía Federal inició la búsqueda de los fugados y de los custodios que desaparecieron junto con ellos. También se reforzó la vigilancia en los demás Cedes del estado.
El comunicado oficial señala que hay una cifra no precisada de lesionados, cinco de los cuales están graves.
Vecinos de la cárcel dijeron a reporteros que escucharon detonaciones en el interior del penal a media mañana.
En semanas recientes, el Ejército asumió el patrullaje de Nuevo Laredo en remplazo de los 600 policías municipales que fueron retirados de las calles y desarmados mientras se realiza una purga interna.
La ciudad, de 400 mil habitantes y por cuyo puente fronterizo circula un alto porcentaje de los productos mexicanos que van a Estados Unidos, es considerada feudo del cártel de Los Zetas.
La misma prisión fue escenario en diciembre pasado de la mayor fuga de la historia reciente en México, cuando 151 presos escaparon por la puerta principal y aparentemente en complicidad con los guardias, según una investigación aún en curso. La mayoría estaban procesados por delitos contra la salud y homicidio.
El entonces director de la cárcel, Efraín Hernández, se encuentra desaparecido desde la fuga de hace siete meses. Autoridades de Tamaulipas indagan su responsabilidad en la evasión.
Versiones de prensa indican que pudo ser llevado por los presos como garantía de que no serían perseguidos por los guardias, y luego fue asesinado. Un total de 41 miembros de la vigilancia del penal también son investigados por presunta complicidad.
Rebeca Nicasio Vázquez, sucesora de Hernández, murió apuñalada por un recluso mientras realizaba una visita rutinaria en marzo pasado.
Tras el asesinato de la directora, el gobierno de Tamaulipas reclamó apoyo federal para controlar la cárcel de Nuevo Laredo y otras siete ubicadas en ese estado, fronterizo con Texas. Las ocho prisiones albergan a 7 mil 800 reclusos, y de las mismas se fugaron unos 350 el año pasado.
Otros 86 escaparon de la cárcel de Reynosa en septiembre de 2010, y de allí mismo se han fugado 61 en lo que va de 2011. Cuarenta y un reos más huyeron de Matamoros en marzo de 2010. Ambas ciudades, igual que Nuevo Laredo, son fronterizas con Estados Unidos.
Entre enero de 2010 y marzo de 2011 han ocurrido además 84 riñas y motines en cárceles de la entidad.
En su momento, las autoridades estatales señalaron que una de las hipótesis que se investigan es que las fugas podrían estar relacionadas con la necesidad de las bandas del narcotráfico de recuperar a pistoleros bien entrenados para enfrentar a otras bandas y a las fuerzas federales.
Tamaulipas es considerado uno de los estados más afectados por la violencia del narcotráfico, en particular por una disputa entre el cártel del Golfo y sus antiguos subordinados Los Zetas, grupo liderado por ex militares de fuerzas de elite que desertaron para trabajar con el narcotráfico.