Norberto Atilio Bianco vivía en Paraguay; también le imputan homicidio y tormentos
Sábado 16 de julio de 2011, p. 21
Buenos Aires, 15 de julio. Después de años de eludir a la justicia fue extraditado hoy desde Paraguay el médico Norberto Atilio Bianco, ex capitán del ejército, acusado de apropiarse de niños nacidos en cautiverio en la maternidad clandestina del Hospital Militar de Campo de Mayo, adonde llevaban a las detenidas para dar a luz y luego desaparecerlas, durante la pasada dictadura militar.
Bianco, que será juzgado por el juez federal de San Martín Alberto Suárez, se apropió de dos niños, Pablo y Carolina –hijos de desaparecidos–, a quienes se llevó a Paraguay luego de que Abuelas de Plaza de Mayo lo denunciaron a la justicia en 1985.
En Paraguay, adonde llegó en 1986 con su esposa Susana y los dos niños robados, fue protegido por la dictadura de Alfredo Stroessner (1954-1989).
En abril de 1987 la justicia argentina pidió su extradición y la restitución de los niños. El trámite tardó 10 años y se tuvo que pedir la intervención de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Finalmente fue extraditado en 1997. Aquí fue juzgado y condenado a poco más de 11 años de prisión en 2000, pero mediante una maniobra judicial se le dejó en libertad dos años después, aunque no podía salir del país.
Volvió a fugarse a Paraguay, y en 2006 las Abuelas con nuevos datos pidieron su extradición. En 2008 fue detenido en ese país, y hasta ahora se logró su segunda extradición.
En febrero de 2007 las Abuelas recuperaron legalmente la identidad de Pablo, uno de los niños apropiados por Bianco, y se estableció que era hijo de Norma Tato y Jorge Casariego.
Con las investigaciones se descubrió que Bianco era el encargado de la maternidad clandestina que funcionaba en ese hospital militar, y no sólo era responsable por esos dos niños robados, sino que había repartido otros en las mismas situaciones.
De forma extrema y dolorosa Pablo se enteró de que su madre Norma estaba embarazada de cinco meses cuando la secuestraron junto a su padre y la mantuvieron en los pabellones de la muerte
con centenares de víctimas.
Bianco ya no tenía más escapatorias. Sobre él pesan ahora cargos por desaparición forzada de personas, homicidio y tormentos
.
Además todo cambió después del juicio que se realiza en estos momentos contra los responsables de lo que fue el plan sistemático de robo y apropiación de niños, en el que testimonian sobrevivientes, familiares y los hijos recuperados que relatan los horrores vividos por los padres
Hoy, cuando llegó Bianco, pidió ayuda médica porque se sentía descompensado
, como hacen la mayoría de quienes fueron dueños de la vida y la muerte en los años del horror.