El especialista e investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Diego Valadés, exhortó a la Cámara de Diputados a aprobar la reforma constitucional en materia política, para reforzar la democracia mexicana que está en obra negra, y evitar que continúe la demolición del sistema electoral por parte de cacicazgos regionales y de los magnates del poder decididos a comprar lo que se venda y a usurpar lo que se resista.

Asimismo, recomendó al Congreso aprobar una reforma que regule los espots en radio y televisión, porque de no ser así en 2012 los electores se verán intoxicados por casi 40 millones de micromensajes que podrán envenenar un ambiente ya de suyo crispado.

Evaluó que si se consigue que los partidos y sus candidatos compitan con propuestas de Estado, podrá alentarse la confianza de un amanecer diferente. De no ser así, desde ahora es posible prever que ningún partido y ningún Presidente podrán hacer otra cosa, a partir del primero de diciembre de ese año, que enfrentar a una sociedad hastiada por la inequidad, la violencia y la corrupción.

Al participar ayer con la conferencia magistral En el umbral de una reforma posible, en el foro que la Cámara de Diputados convocó para analizar la minuta del Senado sobre la reforma política, el ex procurador de la República alertó que si aun cuando no se quiere modificar el sistema que auspicia la pobreza, en tanto florece la corrupción y la incompetencia burocráticas, hechos que en otras épocas habrían sido explosivos, es porque los ciudadanos aún creen en la democracia.

Suponemos de buena fe que los errores son superables y que con el voto podemos cambiar a los titulares del poder y con ello los comportamientos anómalos que reprobamos, expuso.

Sin embargo, cuestionó qué pasaría si se considera que el error está en la democracia. Se habría incubado el huevo de la serpiente y preparando una recaída autoritaria. Debemos estar conscientes de que en México van aumentando las tentaciones retrógradas. Si cerramos los ojos hoy tendremos sorpresas mañana. Hay quienes dicen, con todas sus letras, que hace falta una dictadura, resaltó.

Ante diputados y senadores, el investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM expresó que en el país se perfila un estado de ánimo proclive al endurecimiento del poder.

Todavía está en fase larvaria pero sería insensato dejarlo madurar. De esto serían responsables quienes no hubieran acertado a tiempo los cambios constitucionales para consolidar la democracia. Nuestra democracia está apenas en obra negra y la pendiente resbaladiza está demasiado inclinada, señaló.

También, al iniciarse el debate, diputados y senadores del PRI contrastaron sus posturas sobre si es necesario darle más atribuciones al Ejecutivo o al Legislativo.

Pedro Joaquín Coldwell reconoció que la minuta del Senado fortalece las facultades del Presidente de la República, como el derecho de vetar parcial o totalmente el presupuesto y conceder la discusión preferente de dos iniciativas en cada periodo ordinario.

El diputado Emilio Chuayffet ponderó que es el Legislativo el que debe contar con mayores atribuciones constitucionales.

Las Cámaras son las que deben tener mayor control sobre el Ejecutivo, aprobar el plan nacional de desarrollo, agilizar la fiscalización y que el Senado determine la validez de los tratados internacionales. Por ejemplo, el único Poder al que la Constitución define como supremo es al Ejecutivo. Esa modalidad carrancista de 1916 debería ser suprimida, planteó.

Mientras el ex secretario de Gobernación defendía el proyecto de reforma política que presentó el año pasado, jóvenes desplegaron mantas en las que afirman que es Chuayffet quien está deteniendo la reforma política. A petición del legislador, personal de resguardo intentó retirar las mantas, pero una de las manifestantes resistió la acción, cayó al piso y en medio del escándalo, los guardias desistieron.

2012, democracia a prueba

Asimismo, Diego Valadés expresó que si la reforma política no se aprueba para que entre en vigor el próximo año, la campaña presidencial se desarrollará en un tono más acre y destructivo que la de 2006.

Las condiciones imperantes hacen predecibles circunstancias aún más difíciles para las próximas elecciones, porque la animosidad se ha desencadenado prematuramente. Los mecanismos previstos en la minuta pueden contribuir a un ambiente más constructivo porque la ciudadanía se vería atendida y el presidente dispondría de medios para iniciar su gobierno en condiciones de gobernabilidad, definió.

Valadés ponderó que las elecciones del próximo año pondrán a prueba el talante democrático de los partidos y sus candidatos, y refirió que si para entonces no hay la posibilidad de candidaturas independientes, los electores pueden considerarse injustamente en el olvido. En ese caso, propuso que el Congreso incluya un transitorio en la Constitución para definir que por esta ocasión puedan registrarse ciudadanos sin partido.