Buenos Aires, 14 de julio. El premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel desmintió que hubiera exigido disculpas al gobierno por el manejo del caso de los hijos adoptados irregularmente durante la pasada dictadura militar (en 1976) por la directora del grupo Clarín, Ernestina Herrera de Noble, como informó ese periódico.

La reacción de Pérez Esquivel se produjo ante una nota publicada por Clarín titulada Esperan que Cristina (Fernández de Kirchner) se disculpe por sus críticas, donde reúne opiniones de Elisa Carrió, dirigente de la centroderechista Coalición Cívica, y Norma Morandini, periodista opositora, quienes dijeron que rechazaban el rol del gobierno en esta causa.

“Conmigo no, Clarín”, tituló el premio Nobel de la Paz su comunicado, en el que advierte que no es la primera vez que esta corporación mediática utiliza mi nombre y mi foto para fortalecer sus objetivos políticos tergiversando información o mintiendo.

Añade que el contenido de la cita extraída de declaraciones mías no indica reclamo hacia nadie en particular, sino un llamado a tener un trato respetuoso con los jóvenes, como con cualquier otro en situación similar, pero aclara que es necesario investigar la verdad en la búsqueda por recuperar la identidad, en referencia al robo de niños en la pasada dictadura.

Otro hecho grave se añade a esta situación y es la información periodística (Página 12) sobre una computadora que se llevó del Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG) la ex funcionaria Ana María di Lonardo, despedida en 2006, a quien el abogado Gabriel Cavallo, ex juez y desde 2010 defensor de la dueña de Clarín en el caso, ofreció el cargo de perito de parte y a la que patrocinó en sus acciones contra el BNDG.

En el BNDG se acumulan los datos de familias que buscan a los niños robados por los militares y resulta más que llamativa esta relación de la genetista con el caso Noble, a la que algunos investigadores atribuyen el sorpresivo cambio de los hijos de Herrera de Noble, Marcela y Felipe, de aceptar los exámenes después de casi 10 años de negativas para cotejar si son hijos de desaparecidos.

Clarín y otros actuaron corporativamente e intentaron manipular el hecho de que los análisis comparativos con las dos primera familias querellantes dieran negativo en días pasados, aunque a nadie sorprende porque para calmar a la justicia los abogados de Herrera de Noble, a sabiendas de que sus hijos adoptivos no pertenecían a esas familias, sólo aceptaban un entrecruzamiento con ellas.

Alan Iud, abogado de Abuelas de Plaza de Mayo, señaló que la sospechas avanzaron al conocerse un acta firmada por un escribano público donde constaba que Di Lonardo se había llevado la computadora y su relación con los abogados del Grupo Clarín.

Esto da más entidad a esas hipótesis de cuáles fueron las razones del giro de Marcela y Felipe Noble en la causa: la posibilidad de que efectivamente hayan hecho un análisis de manera extrajudicial e irregular, dijo.

El año pasado ambos jóvenes asistieron a un lugar no fijado ni reconocido por la justicia para sacarse sangre, y cuando esas muestras se buscaron la caja donde se guardaban estaba violada y se descartaron por contaminación.

La justicia argentina ha determinado que todas las personas que pueden ser hijos de desaparecidos debían hacerse los exámenes para comprobar la identidad obligatoriamente. Hay un precedente y es el de una joven que podía ser hija de desaparecidos y que rechazó sistemáticamente el análisis, pero al igual que los Noble Herrera, luego de designar como perito a Di Lonardo aceptó realizarse el análisis, que finalmente le dio negativo.

El abogado Iud también recordó que las abuelas siempre quisieron llegar a la verdad, saber si Marcela y Felipe son algunos de los jóvenes que buscan desde hace 30 años. Sea cual fuere el resultado, lo que se está haciendo es aplicar la ley igual que para el resto de los casos y el resto de los ciudadanos cuya identidad está en duda, dijo el abogado Iud.

Asimismo sostuvo que la causa podría nunca haber existido si en 1992, cuando las abuelas fueron a ver a Herrera de Noble, hubiese escuchado el pedido para que sus hijos se hicieran los análisis cuando aún eran menores de edad, a lo que ésta se negó.

Además recordó que la causa se incentiva cuando la justicia confirmó que las adopciones fueron irregulares para encubrir el origen de Marcela y Felipe.

Los analistas de derechos humanos advierten la gravedad de estas manipulaciones, que solamente muestran la capacidad que tiene el poder económico de las personas señaladas en este caso para burlar la justicia.

Condenas a cadena perpetua

Esta tarde los organismos de derechos humanos festejaron la decisión del Tribunal Oral Federal 4 de esta capital que condenó a cadena perpetua al ex general Héctor Gamen y al ex coronel Hugo Pascarelli, por 156 crímenes de lesa humanidad cometidos en el centro clandestino de detención El Vesubio, por donde pasaron más de mil 500 personas. Ambos fueron detenidos en el acto.

También recibieron penas de entre 18 y 22 años cinco agentes penitenciarios, que además serán investigados por seis casos de abuso sexual y violación.

Entre otras víctimas que pasaron por El Vesubio están el dibujante Héctor Oesterheld, el cineasta Raymundo Gleyzer y el escritor Haroldo Conti, uno de los más importantes de la literatura argentina, todos desaparecidos.

Oesterheld fue secuestrado el 27 de abril de 1977 después de que habían desaparecido sus cuatro hijas: Diana (24 años), Beatriz (19), Martina (18 ), Estela (25), sus yernos y nietos.

Un octavo imputado, el coronel Pedro Alberto Durán Sáenz –alias Delta–, quien también fue jefe de ese centro, murió el pasado 6 de junio impune y en libertad pese a comprobarse que había torturado incluso a embarazadas.