arios de quienes se dicen de izquierda, aunque vayan más o menos a la derecha, dijeron que la izquierda perdió las elecciones en el estado de México por no haberse aliado con el PAN.
¿Acaso hubiera dejado de ganar el PRI a pesar de haber gastado en campaña muy por arriba del límite legal? ¿Acaso sumando los votos de la izquierda con los del PAN hubieran ganado? Obviamente no; oficialmente esa suma quedó muy debajo de la del PRI. Lo peor de quienes dicen que ésa fue la causa es que ocultan la gran cantidad de fraudes que fabricaron esa supuesta victoria priísta.
Es el colmo que supuestos izquierdistas insistan en aliarse con quienes han llevado al país a la deplorable situación en la que está. Es el colmo que insistan en aliarse con quienes llegaron a Los Pinos mediante el fraude electoral y muchas cosas más.
Bien dijo Alejandro Encinas que si se hubiera dado la alianza con el PAN no habría tenido lugar la alianza de la izquierda y ésta seguiría desmembrada.
Quienes acusaron a López Obrador de ser el culpable por oponerse a la coalición con el blanquiazul no sólo mienten, sino que abandonan un posible frente de la izquierda y prefieren aliarse con la derecha. O bien, como hicieron dos ex miembros de esa ala derecha del PRD, van a entregarse al candidato del PRI a la gubernatura del estado de México.
¿Qué es lo que sí hay que hacer?
Alianza de la izquierda. Esto, claro, no basta, pero sienta las bases para un programa sólido. Buscarle por el lado derecho es negar un programa progresista, y toda independencia política.
Hay que extender el número de personas organizadas y trabajar directamente por un sistema de vigilancia electoral extensivo. Sin vigilancia exhaustiva de las casetas de votación y de todo el sistema, no se puede evitar el fraude electoral.
Se requiere movilización nacional y local para defender el programa, el voto y la democracia real. La movilización debe sumar a los movimientos sociales, apoyando las banderas de los mismos:
El programa para transformar el país debe incluir no sólo las demandas generales, sino las de sectores, como las siguientes:
Eliminación de las cesiones gubernamentales de importantes tramos de tierra a mineras extranjeras, sobre todo para el saqueo de oro y plata. Eso es regresar a la Colonia y al saqueo de esos mismos minerales. Freno a las que ya están saqueando y arrasando –desde la superficie– con tierras agrícolas, ganaderas, de viviendas, etcétera.
También hay problemas en las minas ya existentes, incluso propiedad de empresas nacionales. La falta de medidas de seguridad, que ha dado lugar a explosiones de vapores de yacimientos de carbón (principalmente metano), ha dado lugar a numerosas muertes, y esto debe cesar. Deben tomarse las medidas de seguridad y usarse equipos modernos y eficientes.
Las alzas sistemáticas a los precios de electricidad, gas, gasolina, diesel y demás, no sólo encarecen el costo de la vida, sino que afectan más a sectores como los siguientes:
Las alzas de electricidad no son sólo como las otras, que se dan con cierta regularidad. Éstas incluyen también los llamados recibos locos, aumentando de golpe 5, 10 o más veces el costo del servicio. Además de lo general, resultan afectadas las unidades habitacionales. Cuando existía Luz y Fuerza del Centro, tenían convenios con la empresa para el pago de la luz en las áreas comunes. Cuando se repartía el pago, con unos pocos que no cubrieran su cuota arriesgaban al conjunto a un corte. Con el convenio, se repartía entre los recibos de cada departamento el costo de la energía común. La Comisión Federal de Electricidad no reconoció los convenios y fabricó un montón de conflictos en las unidades habitacionales.
La gasolina, y sobre todo el combustible diesel, afecta entre otros sectores el del transporte, repercutiendo en los precios de las mercancías transportadas. Pero con las alzas a los precios del diesel han ocurrido movimientos importantes de camioneros, pues les afecta en su fuente de subsistencia. También se afecta a los que usan tractores y riego por bombeo con motores eléctricos, así como lanchas (en el caso de los pescadores) y a quienes transportan carga o pasajeros por mar y en general por vías acuáticas.
Estos aumentos repercuten también en el transporte público, de por sí muy desigual en costos de una entidad a otra, y los movimientos campesinos, por el precio de sus productos, por la tierra, etcétera.
Como vemos, hay gran cantidad de problemas por resolver, que en su mayoría han desatado acciones o movilizaciones de los afectados, y la suma de éstos con los que tenemos conciencia de la importancia de un resultado electoral, puede implicar una fuerza importante para el mismo. Ésta es una suma congruente, no la de sumarse a la derecha.