Miércoles 6 de julio de 2011, p. 22
En Honduras continúan la impunidad de los golpistas y la represión, los asesinatos y las desapariciones. Contra ello se propone seguir luchando el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP), ahora con la victoria política de haber conseguido el retorno del ex presidente Manuel Zelaya a su país, que era una de las demandas fundamentales de esta organización, señaló Walter Martínez Alves, del Movimiento de Solidaridad Nuestra América.
En el foro que organizó Casa Lamm sobre El regreso a Honduras del ex presidente Manuel Zelaya en el contexto de la fundación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, Martínez Alves dijo que es necesario impulsar en ese país la correlación de fuerzas en favor del proceso democrático, a fin de que se den las condiciones necesarias para integrar los tribunales especiales, y así juzgar los crímenes de lesa humanidad cometidos por los golpistas.
En esta mesa, también participó el escritor y columnista de este diario José Steinsleger, quien recordó que Zelaya había denunciado que Estados Unidos fue el verdadero obstáculo que tuvieron los hondureños para hallar salidas justas a la crisis política derivada de ese golpe de Estado.
Subrayó que sin la tenaz resistencia del FNRP el ex presidente no hubiera podido regresar e hizo ver que los golpistas, que justificaron el cuartelazo porque Zelaya convocaba a un plebiscito sobre el límite del periodo en el cargo presidencial, curiosamente luego decidieron aprobar la iniciativa. Incluso el Tribunal Supremo Electoral de ese país había declarado que la propuesta del ex presidente era inconstitucional y luego sostuvo que tal cambio era legal y beneficioso
. Lo que demuestra que tales argumentos eran tonterías
y un pretexto para dar el golpe en Honduras, como denunció la “molestosa Wikileaks”, dijo.
Injerencia mediática
A su vez, el articulista Ángel Guerra, planteó que en el golpe de Honduras, como en muchos otros temas de las democracias de la región, han metido las manos también los medios de comunicación estadunidenses, para manipular la información a la conveniencia de los intereses de Washington. Esa manipulación se dio tanto en el caso de Zelaya como ahora con la enfermedad del mandatario venezolano, Hugo Chávez.
Pero cuando alentaban desinformaciones sobre lo que podría tardar el tratamiento de Chávez y las implicaciones para el gobierno de ese país en caso de que se prolongara esa situación, se llevaron la sorpresa de que Chávez ya estaba de regreso en su país
, lo que dejó con un palmo de narices a los medios estadunidenses, acotó.