Es lamentable que México haya sido la única nacipon latinoamericana que votara en contra de José Graziano da Silva para dirigir la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), asentaron organizaciones campesinas. Consideraron alentador que el brasileño, impulsor del programa Hambre cero en su país, sea el nuevo representante del organismo internacional.

Semillas de Vida y la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo, así como Alejandro Espinosa, integrante del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales Agrícolas y Pecuarias (Inifap), confían en que Da Silva dé un nuevo impulso a la agricultura basada en pequeños y medianos productores y que se rompa con el monopolio de las trasnacionales en las semillas.

Descartaron que el respaldo del gobierno de México a Miguel Ángel Moratinos para presidir la FAO afecte la relación con el organismo, pero hay que estar atentos.

Adelita San Vicente, de Semillas de Vida e integrante de la campaña Sin maíz no hay país, comentó que el ex ministro de Seguridad Alimentaria en el gobierno de Lula representa una esperanza para los campesinos del mundo, sobre todo para los mexicanos, pues esperan que respalde modelos de agricultura sin transgénicos y que esté atento a las emergencias de los países latinoamericanos”, dijo.

Respecto de la votación de México comentó que ésta mostró que el gobierno de Felipe Calderón está jugando un papel muy triste, lejos de nuestros hermanos latinoamericanos. Esperemos que México cumpla con la nueva visión de la FAO, con modelos de producción novedosos que no estén atados a fundaciones privadas o institutos de investigación a trasnacionales. El campo mexicano requiere dar salidas a su problemática.

La ANEC se congratuló del nuevo nombramiento: Da Silva es un hombre comprometido con la agricultura familiar de Brasil y de América Latina y el Caribe. Con él, la institución dejará atrás el colaboracionismo con las trasnacionales de alimentos y la ineficiencia para erradicar la malnutrición y el hambre. La catástrofe alimentaria mundial requiere un cambio de modelo basado en la soberanía de los pueblos”, asentó.

Alejandro Espinosa, investigador del Inifap, dijo: “Es increíble que México votara por el ex canciller español, quien no representa ni está al tanto de las necesidades de México ni de los latinoamericanos. La FAO debe revalorar la agricultura tradicional y el gobierno de México dejarse influir por las políticas de su nuevo director.