El problema de seguridad que vive el país no debe dar paso a la crispación, al encono o al odio, sino al diálogo y al entendimiento, afirmó el presidente Felipe Calderón al congratularse de los resultados obtenidos durante la reunión que sostuvo el jueves con el poeta Javier Sicilia.

Fue un diálogo muy franco, muy emotivo, muy difícil, pero demostró que por encima de cualquier diferencia, cuando hay buena voluntad, sociedad y gobierno comparten la búsqueda de soluciones, expresó.

Al conmemorar el Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido de Drogas, prometió que trabajará hombro con hombro con la sociedad civil para construir un México de paz, y prometió que atenderá con mayor sensibilidad y eficacia a las víctimas de la violencia.

Explicó que se requiere una sociedad participativa que exija a todos los poderes, no sólo al Ejecutivo, sino también al Legislativo y al Judicial, para que todos abramos las puertas y los oídos, y estemos sensibles para resolver el justo clamor de la sociedad por un México más seguro, donde se termine la impunidad.

En la residencia oficial de Los Pinos insistió en que se necesita una sociedad participativa que exija a los gobernantes de todos los niveles, lo mismo que a todas las fuerzas políticas, sobre lo que realmente se hace en seguridad.

Declaró compartir el sentido de urgencia para reducir la violencia y poner un alto a la impunidad que han sufrido las víctimas.

Reiteró que él también quiere un México con justicia y sin violencia, en alusión al movimiento encabezado por Sicilia.

Volvió a plantear que no es guerra, sino lucha contra la delincuencia la que emprende.

También afirmó que la enorme mayoría de las muertes que ha sufrido México en los años recientes han sido de jóvenes y han estado asociadas a la producción o distribución de drogas y causadas por quienes lucran inescrupulosamente con estas sustancias.

Como ejemplo del nuevo modelo de control territorial que ejercen los narcotraficantes, mencionó que tratan de apoderarse de las comunidades, porque desplazó a un alcalde, lo compró o lo corrompió o lo mató, y de esa manera se vuelven la autoridad de la plaza.

Encuesta anual de adicciones

Al principio de su intervención, consideró absurdo que la Encuesta Nacional de Adicciones se realice cada seis años, cuando se requiere contar con información reciente.

“Ya he instruido al secretario de Salud que adelantemos lo más posible la nueva encuesta. Es increíble que se hagan cada cuatro años –luego corrigió–, cada seis años. No. Es absurdo, pero ojalá lo podamos hacer este año y no esperarnos al 14, que sería el ritmo que se tenía en este tema”, explicó.

En presencia del titular de Salud, José Ángel Córdova Villalobos, explicó que se puede hacer la encuesta con una muestra más pequeña, pero eficaz.

Presumió que su gobierno ha invertido casi 5 mil millones de pesos en la lucha contra las adicciones, más del doble de lo gastado por su antecesor, Vicente Fox Quesada.