Pachuca, 26 de junio. Somos un equipo muy fuerte y le vamos a ganar al que nos pongan enfrente, expresó el mediocampista de la selección mexicana Sub-17 Julio Gómez, en un reflejo del sentir tricolor ante su duelo de octavos de final, en el que enfrentarán a Panamá.

La selección juvenil llegó ayer por la noche a esta ciudad, donde se medirá el próximo jueves con el equipo centroamericano, el tercer clasificado del sector E.

No hay tensión, sin preocuparnos de nada, estamos concentrados en el torneo y como lo demostramos en la fase de grupos vamos a salir a ganar, agregó Gómez, luego de la práctica dominical del equipo. No hay presión, porque tenemos en la mente llegar a la final, vamos paso a paso y sabemos que cada partido es diferente, añadió.

Antes de conocer a su rival, que se definió por la tarde, Gómez aclaró que no les importaba mucho el contrincante. Estamos preparados para todo, para cualquier equipo, estilo y de donde sea. Somos un grupo muy unido y eso nos hace más fuertes, declaró.

Panamá sumó tres puntos en su sector, luego de vencer 1-0 a Burkina Faso y perder ante Ecuador (1-2) y Alemania (0-2).

Por su parte, el delantero Marco Antonio Bueno confía en anotar su primer gol en el Mundial el próximo jueves.

Siento que por ahí me falta un gol, pero si no se da, voy a tratar de dar todo mi esfuerzo y pelear cada balón como si fuera el último. Me falta tener más calma, reconoció el sinaloense, quien aseguró que el partido de octavos lo tomarán como si fuera una final.

Estamos tranquilos por el rival que nos toque. Nosotros tomamos el siguiente encuentro como si fuera una final, porque desde que empezó el torneo sabemos que tenemos siete finales y no nos confiamos de nada, aunque vayamos a enfrentar a un tercer lugar de grupo, dijo el delantero del León, de la división de ascenso.

Para terminar el entrenamiento, los tricolores ensayaron tiros penales, en los que el portero Richard Sánchez siguió mostrando buena intuición para detenerlos, como lo hizo en el pasado duelo ante Holanda.

México, dirigido por Potro Gutiérrez, pasó a la siguiente fase del Mundial luego de ganar sus tres partidos en el grupo A, lo cual ninguna selección había logrado. Debutó con un 3-1 sobre Corea del Norte, un 2-1 ante Congo y derrotó 3-2 a Holanda.