Kabul, 25 de junio. Al menos 35 civiles afganos murieron este sábado y 23 resultaron heridos al estallar un coche bomba contra un hospital en la provincia de Logar, en el centro de Afganistán. Fuentes de seguridad informaron que la mayoría de las víctimas mortales son mujeres y niños.

La explosión tuvo lugar en el distrito de Asra, cerca de un hospital público, que quedó parcialmente destruido, afirmó Din Mohammad Darwish, el vocero del gobierno provincial.

El funcionario señaló que la mayoría de fallecidos son mujeres y niños. Además, indicó que la detonación destruyó parte del centro hospitalario donde se atienden a menores de edad.

Agregó que muchas de las víctimas quedaron atrapadas bajo los escombros del edificio, por lo que se teme que el número de víctimas mortales aumente.

Sin embargo, el Ministerio de Interior afgano cifró en 20 el número de víctimas. La razón por la que tenemos un número de víctimas menor es que mucha gente resultó herida y todavía estamos intentando verificar la cantidad de muertos, dijo a los periodistas el portavoz de esa dependencia gubernamental, Sediq Sidiqi.

El ataque de hoy llega un día después de que una bomba detonada en una bicicleta causó la muerte a 10 personas en la provincia de Kunduz.

Los talibanes negaron la autoría del ataque explosivo contra el hospital en Asra y aseguraron que abrieron una investigación para averiguar quién está detrás de lo ocurrido en la provincia de Logar.

Agencias espías de Estados Unidos podrían haber provocado este ataque para intentar difamar a los talibanes, afirmó el portavoz insurgente Zabiullah Mujahid.

Mientras tanto el presidente afgano, Hamid Karzai, condenó el ataque, al que calificó como el trabajo de enemigos bárbaros e ignorantes de Afganistán.

También la Organización del Tratado del Atlántico Norte condenó el atentado y aseguró que trabajará con las fuerzas afganas para encontrar a los culpables y llevarlos ante la justicia.

La misión de la Organización de Naciones Unidas en Afganistán calificó el acto de despreciable contra civiles que estaban solicitando ayuda médica, apuntó Staffan de Mistura, el enviado especial del organismo internacional para Afganistán.