Puerto Vallarta, Jal., 25 de junio. Cientos de toneladas de sandía quedaron tiradas en el llano agrícola de la delegación Las Palmas, en Puerto Vallarta, ante el desplome del precio del fruto por la falta de mercado en México y Estados Unidos, informó Óscar Ávalos Bernal, presidente del ejido Las Palmas.

En Las Palmas, agregó, se siembran alrededor de mil 200 hectáreas; cada una produce de 50 a 60 toneladas, y de cada siembra se realizan tres cortes, pero en esta ocasión nada más se dio el primer corte y de los demás se quedó todo tirado, porque los intermediarios querían pagar entre 50 y 60 centavos el kilogramo.

No se hizo entre 70 y 80 por ciento del segundo corte, pues implicaría contratar al cortador, el estibador y las cuadrillas de trabajadores, así como la sacada de la sandía de las parcelas, lo que resulta incosteable, dijo.

Yo sembré 23 hectáreas y dejé como unas 700 u 800 toneladas tiradas. Para qué trabajar gratis; mejor se perdió, estuvo muy duro, agregó.

El campesino Sotero Gutiérrez, por su parte, calculó que la inversión por hectárea de sandía oscila entre 30 mil y 35 mil pesos, aunque posiblemente me quede corto, pues la planta del injerto tiene un costo elevado.

Narró que al año se realizan dos siembras y en la primera les fue muy bien pero toda esa ganancia se perdió ante el posterior desplome del precio.

Las tierras de Las Plamas son de tan buena calidad que cada sandía llega a pesar de 10 a 15 kilogramos y algunas más, dijo entrevistado fuera de su casa.

Antes te levantaban la sandía al precio que fuera. El año pasado se vendió de tres a cuatro pesos y hubo quienes lograron darla hasta en ocho pesos, destacó.

Durante 2010 salio toda la sandía, no quedó ninguna bola y ahora ni a 50 centavos se la quisieron llevar. Hoy no hubo negocio para nadie, ni para los intermediarios, remarcó.

Cada año en Las Palmas se exporta casi 80 por ciento de sandía del primer corte, pero en este tiempo ya empiezan a tener en Estados Unidos, comienzan a cosechar. Y cuando ellos comienzan a tener fruta te cierran la puerta. Quieren que se consuma todo lo que se da allá de preferencia, finalizó.