Durante 2010 la Secretaría de Seguridad Pública (SSP-DF) sancionó a 324 mil 87 conductores por incumplir el Reglamento de Tránsito Metropolitano, casi 70 por ciento de ellos por estacionarse en lugares prohibidos.

De acuerdo con un informe de la dependencia capitalina entregado a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), la segunda causa de infracción es por conducir sin licencia o permiso vigente, motivo por el cual, se levantaron 20 mil 877 multas.

A esta sanción le sigue conducir en estado de ebriedad, lo que ocasionó que el año pasado fueran remitidos al corralón 17 mil 222 unidades.

Por mandato judicial se han sancionado a 16 mil 522 automovilistas, y 14 mil 119 por no portar la tarjeta de circulación original del vehículo.

Según lo descrito en el oficio de la Subsecretaría de Participación Ciudadana y Prevención del Delito, circular por carriles de contraflujo o confinados, como el del Metrobús o el del trolebús en los corredores cero emisiones, también es una práctica común entre los automovilistas, pues se multaron a 8 mil 268.

Invadir la zona para el cruce del peatón en los cruceros regulados con semáforo provocó que los policías de tránsito levantaran tres mil 962 boletas. Esta disposición se acentuó desde julio del año pasado, cuando se definieron 150 cruceros de cortesía en los puntos más conflictivos, para dar prioridad al paso peatonal.

A esta multa se suma la de dar vuelta a la izquierda, derecha o en u en los corredores del Metrobús. Por este motivo se sancionaron a dos mil 764 automovilistas.

De los 222 mil 607 conductores sancionados por estacionarse en lugares prohibidos, la mayoría de ellos, lo hizo en banquetas, rampas o camellones, doble fila o en espacios donde están colocados los discos con la restricción correspondiente.

En un reporte similar, la Secretaría de Transportes y Vialidad (Setravi) detalló que, durante el año pasado, se remitieron a los corralones mil 698 unidades que prestan el servicio de transporte público, de las cuales, en 80 por ciento de los casos, fue por no contar con la autorización correspondiente.

El resto obedeció a la falta de licencia tarjetón, ausencia de póliza del seguro, alteración en el diseño de la unidad, y a maniobras de ascenso y descenso de personas en lugares inseguros y no destinados para tal fin.