Dresde. Miles de alemanes participaron ayer en una cadena humana en Dresde, en el este de Alemania, para recordar a las víctimas del bombardeo aliado de febrero de 1945 y protestar contra una concentración de 500 neonazis que querían utilizar la jornada para difundir su propaganda. Stanislaw Tillich, jefe del gobierno regional de Sajonia, y numerosas personalidades políticas y religiosas depositaron por la mañana coronas de flores en el cementerio Heide. Ahí están enterradas parte de las 25 mil víctimas de tres días de bombardeos estadunidenses y británicos durante la Segunda Guerra Mundial, que destruyeron la ciudad. Más tarde, unos 17 mil antifascistas formaron una cadena simbólica de 3 kilómetros en el casco antiguo para manifestar su oposición a los neonazis que iban a marchar por la tarde.