El ánimo renovado es notorio en Jesús Corona, el arquero de Cruz Azul, quien el miércoles defendió la playera del Tri ante Bosnia-Herzegovina, y el año pasado perdió la oportunidad de ir al Mundial de Sudáfrica por unproblema privado.

Sufrió un fuerte golpe en el partido contra los balcánicos, pero no importa. Fue titular en el arco mexicano y eso lo tiene contento porque cumplió un anhelo que era opacado por la figura del americanista Guillermo Ochoa, quien quedó fuera en este compromiso por determinación del técnico nacional, José Manuel de la Torre.

Las decisiones que tome el seleccionador son muy respetables, dijo el arquero celeste a punto de abordar el vuelo rumbo a Monterrey, donde este sábado enfrentan a Tigres: “Sé que es un gran portero (Memo) y en su momento tendrá su oportunidad”.

Corona no quiere parecer arrogante. Aclara que ahora pasa por un buen momento y simplemente lo aprovecha. Dice que está consciente, al igual que Ochoa, de que lo único que deben hacer es trabajar duro en sus respectivos equipos.

Para el cementero esa ha sido la fórmula, según afirma, quien ha perseverado en el camino hacia la selección, porque no hay mejor vitrina que sudar cada fin de semana la camiseta del plantel.

Todo jugador debe estar primero bien con su equipo y demostrar que tiene capacidad, porque de ahí es de donde vienen los llamados al Tricolor.

Lo del choque contra la pierna de un jugador bosnio es lo de menos. Apenas un golpe en una salida de rutina, el dolor del momento. Nada que no pueda superar con una inyección y hielo, refiere el guardameta, quien ahora sólo piensa en el duelo de hoy contra los de la UANL.

El mediocampista Gerardo Torrado también estuvo en el cotejo contra Bosnia, pero ya es un viejo lobo de mar en la selección. Para él no hay cansancio y repite obsesivamente que lo único que ocupa su mente es regresar con la victoria del estadio Universitario.

Llego bien, sólo son los trajines normales cuando hay fechas FIFA o partidos entre semana, dice parco. Por lo demás, señala que lo único que debe preocupar a un jugador para ser seleccionado es mantener la regularidad y tener buenas actuaciones con su equipo para ser tomado en cuenta. Sólo eso.

Entonces sólo tiene cabeza para el cuadro que dirige Ricardo Ferretti y para sobreponerse a una cancha difícil, con una afición que aprieta mucho.

“Desde que llegó el Tuca (al conjunto felino) se modificó el equipo. Ahora son más ordenados y juegan mejor”, dice con gesto duro y sin abundar.

Antes de partir a Monterrey, La Máquina hace una pausa para alimentarse en un restaurante del aeropuerto capitalino. El técnico Enrique Meza camina satisfecho y sonriente después de la comida.

No suele hacer declaraciones fuera del calendario establecido por el club. Sin embargo, parece contento: Bueno, voy a hablar nada más porque acabo de comer, dice mientras muerde un palillo. Sí -afirma- a su club le interesa alcanzar el liderato del torneo, como en campañas anteriores, y lo buscará esta tarde ante Tigres.

Es algo que todos los equipos queremos, se dicen muchas cosas del liderato general, pero nosotros queremos estar ahí, señala bonachón. ¿Qué hay que hacer? Pues mejorar en todos los sentidos.

No tiene a Hugo Droguett, por lesión, para pelear por la cima del liderato, pero ni modo. Así es el futbol. Surgen cosas desagradables que dan oportunidad a los jóvenes, comenta.

Tampoco está seguro de la participación de los jugadores llamados al Tri. Lo único cierto, advierte, es que no los pondrá en riesgo.