Refleja la imagen de su fundador, señala visitador del Vaticano

Miércoles 19 de mayo de 2010, p. 41
La Legión de Cristo requiere de una definición de su carisma, pues su identidad está “resquebrajada”, y de una “restructuración” de su esquema de “autoridad” para hacerla “más acorde a lo que es la autoridad en la Iglesia, es decir, más evangélica”, aseguró el obispo de Tepic, Ricardo Watty Urquidi, uno de los cinco visitadores apostólicos que durante ocho meses auditaron a la citada congregación.
En conferencia de prensa, el obispo agregó que aunque el fundador de la congregación, Marcial Maciel, impregnó de “elementos positivos” a la legión, también la “grabó con rasgos negativos de su personalidad”, lo cual “preocupa” a la Iglesia.
Resaltó que una parte esencial del proceso de “purificación” de la legión es que reconozca a las víctimas de los abusos sexuales de Maciel y resarza daños.
Precisó que en la reunión que tuvieron los visitadores con el Papa, a finales de abril pasado para analizar lo observado en la visita, también le expresaron al pontífice que en general hay una “valoración positiva” de quienes integran esa congregación, porque “no por una persona las otras están mal”, pero le remarcaron que “la estructura está dañada en la vida, en el gobierno, en la formación, en el apostolado, porque este daño lo imprimió la persona que inició la obra; esto es lo que nos preocupa, una congregación que está dañada y se siente dañada, pero también se siente necesitada de ayuda externa”.
El obispo destacó que la Legión de Cristo no sólo requiere apoyo para emprender la “restructuración” sino también “necesitan actitud de cambio, de renovación”, debido a que son “muchos los elementos que hay que cambiar, que hay que corregir”, y lo primero es “recomponer y rectificar el carisma, ese fue un elemento que salió en los cinco informes”.
También los visitadores estimaron que los legionarios tienen que “renovar y purificar su esquema de formación (...) para poder vivir la vida consagrada como se debe, y también desarrollar su apostolado como se debe”.
Detalló que junto con otros dos obispos nombrados por la Secretaría de Estado del Vaticano visitó 43 comunidades de religiosos en México y una en El Salvador, y agregó que “entrevistamos a 360 legionarios”, quienes dijeron lo que “sentían, anhelaban, y reconocían también el mal y el bien en su congregación”.