Varios países planean presentar documentos anexos, algunos de franca protesta
Se perfila declaración final que no proclama derecho humano al recurso
Hasta ahora han impuesto sus criterios corporaciones dedicadas a lucrar con el líquido
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Asistente a la conferencia de la Coalición de Organizaciones Mexicanas por el Derecho al Agua, realizada en la explanada del monumento a la Revolución
Foto: Roberto García Ortiz
Ante las fuertes presiones de trasnacionales ligadas a la distribución y el suministro del agua, se corre el riesgo de que la declaración ministerial del cuarto Foro Mundial del Agua excluya la proclamación del líquido como derecho fundamental del hombre, por lo que varios países piensan ya en varias "declaraciones anexas", unas de franca protesta y otras en las que fijan su postura y un mayor compromiso sobre el tema.
El documento de trabajo que este martes recibirán los 140 ministros asistentes al foro, luego de varios meses y muchas sesiones preparatorias, sólo contiene "acuerdos básicos", en los que por ningún lado aparece de manera explícita el reconocimiento del derecho humano de acceso al agua potable.
Calificado incluso por algunos ministros del Medio Ambiente como "muy ligth", el texto preparatorio ha sido constantemente bloqueado por las fuertes presiones de las corporaciones ligadas al negocio del líquido, que hasta ahora han tenido éxito en la exclusión de este concepto, situación que los representantes gubernamentales de varios países tratarán de revertir en las mesas de trabajo y en la sesión plenaria, en los dos días que durará la reunión ministerial.
El borrador del texto final considera que el agua es importante para los pobres y para la salud, pero no la declara explícitamente derecho humano, ni siquiera fundamental.
Pese a esa situación, la declaración ministerial sería firmada por la mayoría de los países, aun cuando no se incluyera en su redacción el concepto de derecho fundamental, bajo el argumento de que es mejor un acuerdo de "mínimo común denominador" que la inexistencia de una resolución final.
Bajo este esquema, la declaración sería firmada por México, España, Colombia, Costa Rica y Argentina, según adelantaron sus respectivos titulares del Medio Ambiente; no obstante, la ministra española, Cristina Narbona Ruiz, se comprometió públicamente a defender su posición, que es compartida por la mayoría de los países de la Unión Europea, de incluir ese concepto como derecho fundamental.
De hecho, el pasado 15 de marzo, los diputados del Parlamento Europeo pidieron a la Comisión Europea, organismo que los representa ante el cuarto Foro Mundial del Agua, trabajar con el mandato de hacer reconocer en la declaración ministerial que el acceso al agua potable es un derecho fundamental del ser humano. Pero los propios ministros reconocieron ayer en privado que "los intereses son muchos y las presiones muy fuertes" de las grandes corporaciones.
Así, a la demanda de los pueblos del mundo por el derecho al agua, los organismos financieros internacionales y sus representantes buscan poner fin al debate, y de paso no incluir este concepto en la declaración final, al sostener que el derecho al líquido no significa que éste deba ser gratuito, y que "ya basta de debates; es hora de entrar en acción".
El Consejo Mundial del Agua (WWC, por sus siglas en inglés) -organizador del encuentro- y la firma AquaFed -la principal cabildera de las trasnacionales del agua, como Suez y Vivendi- insisten que el derecho al recurso se refiere sólo a la cantidad mínima necesaria para satisfacer las necesidades esenciales, esto es, 20 litros diarios, y que no es necesario incluirla en la declaración final. Pero Bolivia ha expresado su rechazo a firmar una declaración sin ese concepto.
El WWC -formado por miembros de gobiernos, organizaciones internacionales como el Banco Mundial, científicos y hombres de negocios- considera que "es importante establecer mecanismos para que el precio del agua incluso esté al alcance de los más necesitados", y sostiene que eso implica "tanto el reconocimiento de un derecho individual como del derecho colectivo, y el derecho a proteger el recurso".
El documento El derecho al agua: ¿Cómo ir del concepto a la implementación?, redactado por el WWC junto con la Cruz Verde Internacional y el Secretariado Internacional del Agua, advierte que ese derecho no se puede disociar de la dignidad humana, y que el agua y el saneamiento para todos "debe convertirse gradualmente en realidad".
El documento subraya que en los países desarrollados se deben tomar las medidas necesarias para permitir a las familias pobres obtener el beneficio de "cantidades mínimas de agua para satisfacer sus necesidades indispensables", mientras en los países pobres se debe garantizar "el acceso a las fuentes de agua, incluyendo el saneamiento".
Por su parte, Gérard Payen, presidente de AquaFed, afirmó que "los operadores privados de sistemas de agua están acostumbrados a hacer efectivo el derecho al acceso al agua para las personas. En los países en desarrollo han ayudado a las autoridades a conectar a más de 10 millones de ciudadanos a los sistemas de distribución de agua en la última década", y consideró que, "después de todas las discusiones realizadas en el cuarto Foro Mundial del Agua, la comunidad internacional debe cerrar ya el debate para dar lugar a la acción".