En la secundaria Estado de Israel se distribuyen como si fueran estampitas
Ni las "escuelas seguras" se libran de la venta de drogas al menudeo
Tiene fama de ser de las mejores en Azcapotzalco
Aprovechan la falta de director
Ampliar la imagen Aspecto exterior de la Escuela Secundaria Diurna 207 Estado de Israel, en la delegación Azcapotzalco Foto: José Carlo González
Llegó a la Escuela Secundaria Diurna número 207 Estado de Israel por el prestigio de ser una de las mejores en la delegación Azcapotzalco. Sin embargo, a los seis meses de estancia, descubrió que la realidad nada tenía que ver con su fama. "Es una escuela sin orden", sostiene Alexandra, quien va en primer grado y señala que desde principios del ciclo escolar el plantel se quedó sin director.
"Me habían recomendado la escuela, diciéndome que era muy bonita, que había áreas verdes y muchos árboles. Que tenía un muy buen nivel académico y un reglamento súper estricto, pero a los pocos días me di cuenta que muchas de las normas no se respetan.
Sin embargo, el que los alumnos no cumplan con el reglamento, no lleven el uniforme completo o que diariamente se salten clases no es lo más grave. Lo peor de todo ese desorden es que los narcomenudistas lo aprovechan para distribuir la droga no sólo en las inmediaciones, sino en el interior del plantel, como si se tratara de un intercambio de estampitas", denunció la joven.
Algunos padres de familia dijeron que sus hijos les han comentado que en el tiempo que permanecen en la escuela prefieren no ir al baño, debido a que los sanitarios de varones "es la zona más peligrosa de la escuela", pues, dicen, es "el centro de distribución de droga".
Los padres se muestran preocupados por el problema de narcomenudeo que, subrayan, "afecta a muchas escuelas en la ciudad, pero se agrava más ante la falta de una autoridad que ponga orden en el plantel. Por la etapa en la que se encuentran los jóvenes, son vulnerables al riesgo, susceptibles de caer en muchos peligros como el de las drogas, y si saben que no hay quien vigile y ponga disciplina, el problema se agudiza", expresaron.
Alexandra reveló que hay un alumno en especial que va en tercer grado y, según dicen varios compañeros, es el que reparte la droga dentro de la escuela, pero muchos no se atreven a acusarlo, incluso hay quienes lo han hecho, pero no han podido comprobarlo. El chavo se jacta de decir que no hay manera de que le comprueben nada y de eso se aprovecha.
-¿Tú lo conoces?
-Sólo lo llegué a saludar en alguna ocasión, pero no recuerdo su nombre.
-¿Lo has visto vender droga?
-Dentro de la escuela no, aunque sí se sabe que hay alumnos de tercer año que le compran. Se juntan en grupito y ahorran para poderla adquirir. No sé bien qué tipo de droga sea, pero sí estoy segura que la venden en paquetitos negros o en ocasiones en cigarros negros. Sobre todo, es a la salida que he visto que se andan pasando esas cosas.
-¿Afuera de la escuela hay vigilancia policial?
-Sí, normalmente hay policías diario a la salida y a la entrada, pero muchas veces se dedican a vigilar que los padres no se estacionen en doble fila ni frente a la puerta de acceso.
Además, agrega la joven, "un día no fueron los policías que cuidan la escuela y este chavo aprovechó. Estaba platicando con otros y volteando para todas partes, les pasó esos paquetes negros a otros alumnos, como si estuviera cambiándoles estampitas".
Alexandra señaló que sí existe vigilancia en las inmediaciones del centro escolar, "incluso me ha tocado ver en dos ocasiones que a chavos les han quitado navajas y a una chava una cerveza que se estaba tomando".
Sin embargo, ni la presencia de los uniformados ni la manta con logotipos de la policía capitalina que se encuentra en el exterior de la secundaria Estado de Israel, que la cataloga como "Escuela Segura", han logrado que el plantel permanezca libre de drogas. Y de acuerdo con los padres de familia, no se logrará en tanto no haya autoridad que ponga orden en el interior del plantel y se hagan revisiones de mochilas más seguido.
A la deriva
Los padres entrevistados subrayaron que desde septiembre del año pasado el director de la secundaria 207, Jesús Díaz Nuño, sólo asiste al plantel una o dos veces por semana unas cuantas horas, debido a que se le diagnosticó cáncer y tiene que ausentarse para acudir a sus citas y tratamiento. Pese a que su enfermedad no le permite trabajar de manera regular, debe seguir activo para el sistema de seguridad social, para tener derecho al servicio médico, por lo que no se le puede otorgar licencia, indicaron algunos padres de familia, quienes precisaron que el plantel tampoco cuenta con subdirector, por lo que es un supervisor el que se hace cargo; sin embargo, dicen, no acude diario, sólo martes y jueves, y su labor es concluir los trabajos que el director deja pendientes. "Pero no tenemos una autoridad a quien acudir para resolver y corregir muchos de los problemas que se han venido incrementando en la escuela", denunciaron.
Al respecto, autoridades de la Dirección Operativa número 4, encargada de las secundarias diurnas de la zona donde se encuentra el plantel y dependiente de la Secretaría de Educación Pública (SEP), respondieron que la escuela referida no se encuentra sin autoridad, pues afirmaron que el supervisor está a cargo del plantel y cuenta con apoyos. Reconocieron que el director Díaz Nuño "aún es el responsable del plantel, pero ya no cuenta con la facultad para firmar documentos".
Sin fijar plazos, señalaron que "lo más pronto posible llegará el nuevo director, ya se ha solicitado personal para esa plaza".