Interponen denuncias por desapariciones forzadas y ejecuciones durante la guerra civil
Conmemoran en El Salvador 26 años del asesinato del arzobispo Romero
El crimen marcó el inicio del conflicto armado, que dejó 75 mil muertos
San Salvador, 20 de marzo. La Iglesia católica salvadoreña empezó este lunes la conmemoración del 26 aniversario del asesinato del arzobispo de San Salvador, Oscar Arnulfo Romero, el 24 de marzo de 1980 por la extrema derecha, que detonó la guerra civil en el país.
En este contexto, el Instituto de Derechos Humanos de la Universidad Centroamericana (Idhuca) interpuso una denuncia ante la fiscalía general de El Salvador por dos casos de desapariciones forzadas y cuatro ejecuciones durante la guerra civil, que se prolongó 12 años, para que se investigue y sancione a los responsables.
El Idhuca abrió el 13 de junio de 2005 una etapa de recepción de denuncias para familiares de salvadoreños que sufrieron violaciones a sus derechos humanos.
La abogada del Idhuca, Guadalupe Espinoza, precisó que de las seis denuncias interpuestas ante la fiscalía, dos se refieren a casos de desapariciones forzadas (uno en 1978, previo al inicio del conflicto armado) y cuatro a casos de ejecuciones en plena guerra civil.
Los actos conmemorativos concluirán la noche del sábado con una procesión de faroles que saldrá de la plaza El Salvador del Mundo, en el centro de la capital, y llegará al atrio de la catedral, donde se efectuará una misa, informó Ricardo Urioste, presidente de la fundación que lleva el nombre del desaparecido prelado.
Romero fue asesinado por un francotirador mientras oficiaba misa en el hospital de cancerosos La Divina Providencia, en San Salvador, tras lo cual se desató la guerra civil, que concluyó con la firma de los acuerdos de paz gobierno-guerrilla el 16 de enero de 1992.
El conflicto armado dejó un saldo de 75 mil muertos, 7 mil desaparecidos, medio millón de desplazados y pérdidas por mil 579 millones de dólares.
Una comisión de la verdad, creada por la Organización de Naciones Unidas para investigar las atrocidades cometidas durante la guerra, culpó de la muerte de Romero, entre otros, al ex mayor del ejército Roberto D'Aubuisson, acusado de dirigir los escuadrones de la muerte derechistas, que asesinaron a miles de salvadoreños por motivos políticos. El ex militar falleció de cáncer de garganta en 1992.
La congregación de la doctrina de la fe del Vaticano comenzó en 1994 el proceso para beatificar a Romero tras concluir que fue "un mártir de la Iglesia, asesinado por su fe cristiana".