Pide reflexionar sobre los verdaderos motivos e intereses detrás del golpe en Argentina
Lamenta Pérez Esquivel "la gran fractura" en organismos humanitarios y políticos
Semana de movilización social, cultural y política, a 30 años de que se instaló la dictadura
Ampliar la imagen Imagen de archivo del Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, durante su participación en un foro continental y global contra el ALCA Foto: María Luisa Severiano
Buenos Aires, 20 de marzo. El Premio Nobel de la Paz 1980, Adolfo Pérez Esquivel, dijo que "lo más importante logrado en estos 30 años que pasaron desde aquel golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, que instaló en Argentina la terrible dictadura, es que la lucha y la resistencia contra la impunidad puso en vigencia los derechos humanos, y los colocó en la conciencia del colectivo", pero lamentó "la gran fractura" que existe en organismos y movimientos humanitarios, sociales y políticos, "lo que retrasa una unidad tan necesaria" en estos tiempos.
El también titular del Servicio de Paz y Justicia, un referente en la difícil tarea de unificar posiciones, explicó a La Jornada que espera que esta "sea una semana de reflexión sobre los desencuentros que existen y que golpean la unidad imprescindible. Vemos así la enorme capacidad de resistencia en todos estos años, que ha logrado avances inimaginables en el tema humanitario y en la búsqueda de verdad y justicia, pero por otra parte también están las grandes desuniones, todo lo que atenta contra esos mismos logros".
Argentina es por estas horas un escenario de enorme movilidad social, cultural, política con una serie de actividades para recordar y "plantar la memoria" como rezan algunos afiches sobre lo sucedido el 24 de marzo de 1976.
Péres Esquivel, ex detenido de la dictadura y víctima de torturas, lamenta que este 30 aniversario encuentre al país en esa paradoja . "La dictadura -dice- dejó su herencia, y logró en parte penetrar en el pensamiento, en los valores, en los principios y en la ética. Esta jornada debe ser de gran reflexión sobre lo que nos sucedió, pero también sobre lo que nos está sucediendo".
Lo que vendría, inimaginable
Al recordar aquel 24 de marzo sostuvo que aunque después del derrocamiento de Juan Domingo Perón en 1955, se sucedieron dictaduras, "hubiera resultado inimaginable para las mayorías lo que iba a venir, así como las consecuencias de este último reinado del terror que los militares llamaron perversamente proceso de reorganización nacional. No podía pensarse que el país iba a quedar arrasado, desmantelado, con 30 mil desaparecidos, unos 5 mil muertos, miles de exiliados políticos, y una herencia que encontraría continuidad en lo sucedido en los años 90".
Asimismo, reclamó por el ocultamiento generalizado de "las verdaderas causas que originaron la cruenta dictadura. No se habla de esas causas profundas que llevaron al golpe ni de los intereses que actuaron detrás de esto, y tampoco de los verdaderos objetivos de los militares que actuaron de acuerdo a la doctrina de seguridad de Estados Unidos".
En su análisis estimó que para rescatar definitivamente la memoria y para que el "nunca más sea posible, debe conocerse cómo empezó todo, porque como algunos cuentan la historia parece que los militares hubieran enloquecido un día y dieron un golpe e instalaron una dictadura porque sí. Falta la reflexión sobre los objetivos y entender que esos objetivos se siguen cumpliendo. Y esto es porque no se habla de la complicidad de las dirigencias, de los gobiernos, ni se apunta a las verdaderas motivaciones de ese siniestro plan terrible, que no sólo abarcó a Argentina, sino como vimos, con la siembra de las dictaduras, a todo el continente".
Sostiene que hay que saber por qué "pasó lo que pasó y por qué está sucediendo lo que hoy sucede en el mundo. Hay que mirarse en el espejo trágico de lo que está sufriendo el pueblo iraquí, y demandar el cese de los campos de concentración, las cárceles clandestinas y el tráfico de prisioneros".
En este 30 aniversario, Pérez Esquivel llama a "reflexionar también sobre las manipulaciones y desinformación de los medios que están mayoritariamente en manos del mismo poder que ordenó instalar las dictaduras", y consideró que ese día debe ser recordado en jornadas abiertas para que todos sepan cuáles son sus derechos y no dejen que nunca más sean violados, pero también para que se conozca, "cómo se realizó un plan sistemática y masivamente en esos años, y cómo se sigue haciendo ahora, al imponer un modelo destructor y también asesino para la sociedad."
Desde su punto de vista la sobrevivencia del modelo neoliberal es una prolongación de la dictadura y "la fractura social que se propusieron es parte de esa continuidad, como la deuda externa sigue siendo un drama nacional. Esto hace pensar que la dictadura no fracasó en todo y si no tuvo el éxito total fue por la lucha que se dio a través de la resistencia. No nos engañemos, esto no terminó, vemos lo que está pasando en la marina (los casos de espionaje descubiertos en estos días) y no quiere decir que las otras fuerzas no estén haciendo lo mismo: inteligencia contra los pueblos. Cuidado que no están solos.
"Estamos bajo las mismas normas de la doctrina de seguridad nacional de Estados Unidos, ahora con otros argumentos. Estamos viendo como símbolo del terrorismo de Estado mundial las imágenes del horror en Guantánamo y en la cárceles secretas de Irak y del mundo. Lo más importante para nosotros es oponer la conciencia a ese horror y esta dignidad con que le estamos enseñando a ese poder inmoral cómo los pueblos luchan por la justicia, por la verdad. América Latina está al frente hoy de la lucha contra el terrorismo de Estado.
Balza ratifica su posición
En el contexto de las actividades y declaraciones de estos días, el ex jefe de del ejército y embajador en Colombia Martín Balza, escribió hoy en una columna publicada en el diario Clarín que "no importa quién inició la espiral de violencia, es inaceptable la reacción del Estado en superlativa mímesis intelectual y fáctica con la amenaza a enfrentar. En nuestro país no hubo una guerra, sino una verdadera cacería humana".
Al ratificar su posición del año 1995, cuando pidió perdón público por lo actuado por su institución, el general, sostiene que "el golpe de 1976 concibió un metódico y frío plan de exterminio que fue desarrollado, sin sombra alguna de duda o remordimiento por sus fieles ejecutores".
Además en su columna, que provocó olas en los seguidores de la pasada dictadura, reconoció que ésta "erosionó el tejido social, desapareció la solidaridad ante el miedo, se instauró la sospecha, la delación y el fatídico 'por algo será'", frase con la cual se pretendió justificar o desconocer los secuestros, desapariciones y los campos clandestinos de detención de opositores políticos.
Las afirmaciones de Balza se conocen cuando se descubrió en sur del país que la Marina realizaba trabajos de inteligencia similares a los que se desarrollaron en las pasadas dictaduras, lo que costó el cargo a dos jefes navales en las últimas horas.
La ministra de Defensa, Nilda Garré, ordenó hoy profundizar las investigaciones sobre el tema de "espionaje interno" en la base Almirante Zar de Trelew, mientras que el gobernador de Chubut, Mario Das Neves, se presentó hoy como querellante en la causa judicial que investiga si la Armada espió a Garré y a políticos, dirigente sociales y periodistas.
El tema es muy grave y tendrá fuertes derivaciones en los próximos días. Cuando se agitan los demonios del pasado.