Nos quejamos de más, afirma la directora de Delfos
Las compañías de danza deben generar sus recursos: Lavista
San Luis Potosí, SLP, 16 de octubre. La directora de Delfos Danza Contemporánea, Claudia Lavista, pone el dedo en la llaga: "Creo que en México nos quejamos de más. La realidad de otros países (en cuanto a la danza) no es tan diferente. Para no ir más lejos, en Estados Unidos, que está muy mitificado en el medio, ninguna compañía puede presentarse en un teatro si no lo renta, y son precios que superan las decenas de miles de dólares. Aquí no pasa eso".
Para la bailarina, coreógrafa y docente, al igual que para el coreógrafo Víctor Manuel Ruiz, también integrante de Delfos, resulta imperativo que las agrupaciones independientes salgan de la dinámica de estar sólo en espera de apoyos institucionales y comiencen a generar sus propios mecanismos de trabajo, desde una perspectiva empresarial
"Efectivamente, en el país es muy complicado tener una compañía artística. Podía haber más apoyo; este gobierno pudo haber dedicado más a la cultura, también es cierto; pero sí vale la pena tomar perspectivas de lo que pasa en otras partes", agregan en entrevista.
Lavista y Ruiz, al igual que el resto de su compañía, se encuentran en esta capital para participar en el 25 Festival Internacional de Danza Contemporánea Lila López. Luego de seis años de inasistencia, presentaron el sábado el espectáculo In memorian, integrado por cuatro coreografías de su repertorio: Naufrago, Solo y mi alma, Del amor y otras barbaridades y Bajo el silencio.
Espectáculo de 75 minutos, incluyendo el intermedio, cuyo hilo temático es la muerte, abordada desde ópticas diversas que "lejos están de significar solamente duelo o pérdida; tienen que ver también con la búsqueda interna del ser".
Así, hay piezas que hablan sobre las diferentes formas del amor de pareja y la libertad, la búsqueda de la esencia y la recuperación del alma, y el cuerpo humano como "un gran contenedor" de todo lo relativo a la existencia de las personas.
Las tres primeras piezas están circunscritas a atmósferas y ambientes minimalistas, sin escenografía, en las que el juego de iluminación es una parte más del discurso dancístico, mientras la última utiliza el recurso del video, describen los creadores, quienes precisan que todas las obras tienen un origen literario, lo mismo la poesía de Gilberto Owen y Jaime Sabines que de los haikús japoneses.
Con 13 años de existencia, la compañía Delfos Danza Contemporánea está integrada por un total de nueve personas: siete bailarines y los demás administrativos. Desde hace siete años la compañía emigró del DF a Mazatlán, ante la falta de apoyos y el ofrecimiento del gobierno del ayuntamiento sinaloense de facilitar un recinto para abrir una escuela de danza, que operan a la par de su trabajo en la organización.
"Nos hemos acostumbrado a que en México nos dieran todo en charola de plata, cuando nuestra realidad no es ésa. Tal dinámica está cambiando. De mantenerse así, a estas alturas ya no habría nada."