Eliseo Diego Un lienzo de Vicente Gandía
La obra de Gandía se sitúa dentro de la mejor tradición de la pintura española. Parte de las cosas sólidas, reales, y las hace resplandecer desde adentro, como si fuese con el escondido esplendor de su verdadera esencia. Humildes mesas y sillas y la solemne presencia de los árboles en toda la riqueza de sus hojas y flores, se convierten en símbolos que sólo el corazón podrá entender a fondo. Y la perspectiva apunta a un algo detrás de las cosas que nos devuelve la confianza en la fundamental unidad de la asombrosa, casi terrible diversidad de las criaturas y objetos que nos rodean. El mar está siempre cerca, en plenitud de su silencio, cuando la calma y la paz lo unen con aquellos que lo aman en su tremenda, sobrecogedora belleza. |