México D.F. Miércoles 2 de julio de 2003
El instrumento afectará el posible acuerdo con EU, señala Jorge Bustamante
Rige ya la convención internacional para proteger los derechos de migrantes
Tendrá jurisdicción en México y 21 países más Reconoce las libertades básicas: Creel
ALONSO URRUTIA
Ante la entrada en vigor de la Convención Internacional sobre la Protección de los Derechos de los Trabajadores Migratorios y sus Familiares, el corresponsal de México en el sistema de Observación Permanente de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), Jorge Bustamante, sostuvo que paradójicamente este instrumento internacional que tanto impulsó México para la protección de sus connacionales que laboran en el exterior, representará una dificultad adicional en su búsqueda por alcanzar un acuerdo sobre migración con Estados Unidos.
Las razones: el gobierno estadunidense no ha ratificado ni ratificará este catálogo de derechos, y México no puede aceptar un acuerdo bilateral con condiciones que estén por debajo de las reivindicaciones mínimas contenidas en la flamante convención. Dicho instrumento -agregó el ex presidente de El Colegio de la Frontera Norte- fue concebido para impedir la vulnerabilidad de los trabajadores migrantes a la violación de sus derechos humanos, la discriminación, la xenofobia y la explotación laboral.
"Situación injusta e inadmisible": Creel
Durante el acto para presentar la convención, que regirá en México y otros 21 países a partir de este martes, el secretario de Gobernación, Santiago Creel Miranda, aseveró que "es reprobable para la región que compartimos que muchos trabajadores carecen de permisos de estancia legal para trabajar y quedan en situación de extrema vulnerabilidad, sobre todo por lo que hace a sus derechos básicos. Sólo cerrando los ojos puede pasarse desapercibido que esta es una situación injusta e inadmisible que tenemos el deber y la obligación de revertir".
México impulsará como prioridad en su relación bilateral con Estados Unidos el alcanzar un acuerdo migratorio para lo cual -precisó- se deben aprovechar algunas posturas de funcionarios estadunidenses que han externado su respaldo al acuerdo, como el secretario de Seguridad Interna de Estados Unidos, Tom Ridge; el embajador de Estados Unidos en México, Tony Garza, y el gobernador de Nuevo México, Bill Richardson.
La entrada en vigor de la convención tiene la virtud de desterrar -afirmó- toda visión penal, criminal, delictiva, coercitiva de los asuntos migratorios, y reconoce las libertades básicas que deben garantizarse a los migrantes, desde la libertad de pensamiento.
Dificultades
Poco antes, Bustamante había advertido de las dificultades que esta convención acarreará a México en su intento por alcanzar un acuerdo migratorio con Estados Unidos, país que desde un principio se opuso a ella. Por eso, este instrumento, impulsado desde la Organización de las Naciones Unidas, solamente regirá en los 22 países que se han adherido. Como Estados Unidos -añadió- no va a ratificar dicha convención, México debe tener la creatividad para que en el marco de los convenios bilaterales con ese país se puedan lograr avances paulatinos.
En el acto, el subsecretario de Población, Migración y Asuntos Religiosos, Javier Moctezuma Barragán, señaló que entre los compromisos que asume México destacan el reconocimiento de la personalidad jurídica de los trabajadores; su derecho a regresar a su Estado de origen; prohibición de desempeñar trabajos forzosos; acceso a los tribunales y debido proceso legal; la prohibición de destruir o confiscar los documentos de identidad, de residencia, de estancia y de trabajo.
Creel aludió a otro de los compromisos, el derecho al voto en el país de origen a los ciudadanos que laboran en el extranjero. En tal sentido, anunció que antes de septiembre, dentro del paquete de modificaciones en el ámbito electoral, se perfilará la reforma que permita el voto de los mexicanos en el extranjero para 2006. Sin duda, dijo, "el tiempo va a estar por delante de nosotros, va a apremiar para que podamos hacer estas reformas.
"El objetivo central es evitar la indefensión de los trabajadores migratorios y de sus familias. La protección laboral no puede estar en función de que se cuente o no con los permisos correspondientes; no deben concederse en función de un estatus migratorio, sino como parte del compromiso con los derechos humanos."
En México, es inadmisible que el migrante sea objeto de maltrato, persecuciones inhumanas y actos de xenofobia, "pues si queremos alzar la voz en el foro externo, tenemos que redoblar esfuerzos en el interno; en lo que hacemos aquí, particularmente en lo que ocurre en la frontera sur de nuestro país".
Modelo de gestión
Por su parte, el presidente de El Colegio de la Frontera Norte, Jorge Santibáñez, destacó la importancia que tiene para México la vigencia de esta convención, pero advirtió sobre el intenso trabajo legislativo que está en puerta para adecuar plenamente la legislación mexicana a los compromisos de la convención.
"Quizá debiéramos empezar por revisar la reserva que México interpuso a la aplicación del artículo 22 de la convención, que limita los derechos de los inmigrantes indocumentados, reproduciendo así el modelo de gestión que tanto hemos criticado de nuestros vecinos del norte."
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