México D.F. Miércoles 4 de junio de 2003
Acusan a la empresa de producir maíz transgénico
Invaden los Sin Tierra predio de una trasnacional estadunidense, en Brasil
AFP, DPA Y REUTERS
Cruzeiro Do Sul, Brasil, 3 de junio. Un grupo de 200 campesinos del Movimiento de los Trabajadores Sin Tierra (MST) invadió el lunes una propiedad de la trasnacional estadunidense Monsanto, ubicada en Santa Helena, en el estado de Goiás, reveló este martes la empresa, que en un comunicado precisó que ya recurrió a la justicia para expulsar a los Sin Tierra.
"Sabemos que Monsanto produce transgénicos y queremos la expropiación de sus tierras para la reforma agraria", declaró uno de los responsables del MST local, Luiz Alonso Arantes, a la emisora de televisión Globo News.
"Se trata de un centro de ilegalidad. Pese a que se producen semillas para la investigación, ellos las cultivan con la intención de reproducirlas", aseguró Arantes, quien acusó a la Monsanto de asfixiar a los pequeños productores rurales brasileños.
Por tratarse de una empresa trasnacional, la Monsanto "impone una situación que impide a los agricultores locales competir", agregó el líder.
La empresa estadunidense señaló que tenía autorización de plantar maíz y algodón genéticamente modificados en siete de las 307 hectáreas de la propiedad para la investigación, la difusión de tecnología y tratamiento de semillas.
El pasado 16 de mayo otro grupo de Sin Tierra ocupó una hacienda de la Monsanto en el sureño estado de Paraná.
El presidente del Instituto Brasileño del Medio Ambiente (Ibama), Marcus Barros, reglamentó el lunes los experimentos con organismos genéticamente modificados (OGM).
A partir de ahora, las instituciones y empresas que pretendan hacer investigaciones y experiencias con los OGM "serán obligadas" a solicitar una autorización previa al Ibama. Hasta la presente fecha, esta autorización era dada únicamente por la Comisión Técnica Nacional de Bioseguridad (CNTBio).
Formada por 36 miembros, entre científicos, representantes del gobierno y de la sociedad civil, la CNTBio cambió los análisis científicos de los transgénicos experimentales en el país.
El plantío y la comercialización de los organismos genéticamente modificados están prohibidos oficialmente en Brasil y la legislación en vigor determina que en caso de encontrar un plantío, los productos "sean destruidos".
En una nota oficial, la Monsanto sostiene que las invasiones sucesivas del MST "además de perjudicar el progreso de la ciencia en Brasil, ponen en jaque la imagen del país en el mercado internacional y perjudican el desarrollo de la agricultura nacional".
Según el director de comunicaciones de la Monsanto en Brasil, Lucio Pedro Mocsanyi, la empresa pretende invertir en el país 800 millones de dólares hasta 2004, y por ello exige del gobierno del presidente Luiz Inacio Lula da Silva una posición "más clara y rigurosa para hacer valer la ley y garantizar las condiciones de trabajo".
El gobierno del mandatario del Partido de los Trabajadores incrementó en mayo su nivel de aceptación a 51.6 por ciento de la población frente a 47.7 por ciento que registró en abril, reveló un sondeo del Instituto Sensus divulgado este martes en Brasilia.
Por último, al menos tres personas murieron en enfrentamientos entre tribus indígenas de la selva amazónica, en la frontera entre Brasil y Perú, pero funcionarios que investigan el suceso dijeron el martes que el conflicto pudo ser mucho más sangriento de lo que se cree, pues algunos residentes de la zona hablan de 51 muertos. Un residente local dijo a la agencia Reuters que los indígenas ashaninka atacaron a una comunidad de la etnia amowaka con arcos y flechas, en venganza por la muerte de algunos de sus miembros, dos semanas antes. Una comisión parlamentaria investiga también denuncias de tráfico de drogas y tala ilegal de árboles en la zona.
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