Es la capital del
estado 21, y dentro de la jerarquía urbana de México es
la cuarta, en cuanto a población y actividades
económicas. En el estado existen 5 millones 100 mil
habitantes, de los cuales más del 26 por ciento se
concentra en la ciudad.
La planeación poblacional en la Angelópolis es muy
reciente, tan sólo en los últimos cinco años se tiene
el registro de que la mancha urbana creció en un 33 por
ciento, esto equivale a que por kilómetro cuadrado
habitan 150 personas.
La base económica de la ciudad está sustentada en la
industria, principalmente en la automotriz, textil,
bebidas y alimentos, así como el comercio, que se
concentra en la zona metropolitana.
Esta centralización poblacional, así como sus
actividades, genera contaminación y pobreza, pero sobre
todo el deterioro del medio ambiente, produciéndose un
desequilibrio ecológico en la calidad del aire, suelo,
mantos acuíferos y bosques.
Contaminación del aire
Las fuentes de partículas suspendidas
son diversas y abarcan desde las naturales, como el polvo
volcánico y tolvaneras, hasta las de origen
antropogénico (provocadas por el humano), como la
combustión de motores y las actividades industriales. El
cambio climático y los incendios forestales son fuentes
de contaminación atmosférica.
Es de resaltar que de 551 mil vehículos -particulares y
de servicio público- que existen en el estado, el 45 por
ciento se concentra en la zona metropolitana, y el 60 por
ciento de las emisiones contaminantes a la atmósfera es
generado por el parque vehicular.
En Puebla, la Red Estatal de Monitoreo Atmosférico
(REMA) cuenta con equipos especializados de monitoreo que
identifican contaminantes en forma cualitativa y
cuantitativa en la zona metropolitana del valle de Puebla
(ZMVP). Es a través de cuatro estaciones distribuidas en
los cuatro puntos cardinales que realiza el monitoreo de
la calidad del aire.
En la ZMVP, más de 100 contaminantes diferentes han sido
encontrados la atmósfera, entre orgánicos e
inorgánicos. De los inorgánicos existen más de 20
elementos metálicos, y de los orgánicos una gran
variedad, como los hidrocarburos, ácidos y bases,
compuestos orgánicos volátiles, así como material
particulado como hollín, plomo, arsénico y níquel.
Empero, sólo se considera como indicadores de
contaminación los más abundantes y nocivos para la
salud. éstos son: bióxido de azufre (SO2), bióxidos de
nitrógeno (NO2), ozono (O3), monóxido de carbono (CO),
hidrocarburos y partículas suspendidas (PM10), así como
los depósitos de polvo.
En nuestro país, la representación los niveles de
contaminación se hace por medio de los Imecas (Indice
Metropolitano de la Calidad del Aire) y en la mayoría de
los estados que cuenta con una red de monitoreo
atmosférico se toma éste como parámetro de indicador.
Este índice consiste en la conversión de las
concentraciones de contaminantes en un número
adimensional, que indica el nivel de contaminación de
una manera accesible.
Valores Imeca y sus efectos 0100. Satisfactoria.
Situación favorable para la realización de todo tipo de
actividades.
101200. No satisfactoria.
Aumento de molestias menores en personas sensibles.
201300. Mala.
Aumento de molestias relativas al ejercicio en personas
con padecimientos respiratorios
301500. Muy mala.
Aparición de diversos síntomas e intolerancia al
ejercicio en la población. En Puebla, en diciembre de
2000, las partículas suspendidas en el aire rebasaron la
norma de 100 Imecas, al llegar a un registro de 180. Cabe
recordar que este parámetro de la calidad del aire se
basa en la afección de la salud de la población.
Es la presencia de monóxido de carbono la más elevada,
con un 95 por ciento en relación con los demás
contaminantes, seguida por las partículas suspendidas,
con el 2 por ciento.
La contaminación atmosférica afecta la salud del ser
humano. El impacto depende de las condiciones
climáticas, geográficas y de la sensibilidad de cada
organismo. Los altos índices de contaminación
atmosférica contribuyen en gran proporción al
agravamiento de enfermedades respiratorias.
Medidas de prevención
En el ámbito vehicular. Modernizar el
programa de verificación vehicular, sistematizar las
vialidades, agilizando el flujo vehicular. Planear
adecuadamente el ordenamiento urbano territorial,
mejoramiento del parque vehicular y del sistema de
transporte y la incorporación de combustibles
alternativos.
En el ámbito industrial. Establecer equipo de control y
técnicas eficientes de quemado y combustión. Previo a
ello, realizar un estudio técnico sobre los combustibles
usados en los procesos industriales con mediciones
directas y factores de emisión, estimando así el aporte
de us emisiones contaminantes a la atmósfera.
Modernización de centros de verificación. La
Secretaría de Desarrollo Urbano, Ecología y Obra
Pública (Sedurbecop) prevé reducir el número de
concesiones, cambiar el equipo y modernizar las
instalaciones, con lo cual se busca reducir los índices
de contaminación que generan los automotores a la
atmósfera.
De los 101 centros de verificación vehicular que existen
en el estado, 27 tendrán que iniciar un proceso de
modernización a partir del primer semestre del año
entrante, por el cambio de normatividad federal, que
establece que las concesiones serán entregadas sólo a
los negocios con nuevo equipo, maquinaria y servicios al
público.
Pero a decir del representante de la Asociación de
Verificentros, Javier Palou García, el problema radica
en la antigüedad de los vehículos, lo cual significa
que el 80 por ciento está imposibilitado de pasar el
examen.
Tras considerar innecesario el cambio del equipo, Palou
indicó que buscarán ampararse y evitar con ello que
inviertan poco más de un millón de pesos para
modernizar las instalaciones.
|