Ť En los rubros de arte y ciencia, respectivamente
Roberto López Moreno y Andrés Aubry recibieron el premio Chiapas
JUAN BALBOA CORRESPONSAL
Tuxtla Gutierrez, Chis., 29 de noviembre. Andrés Aubry, antropólogo e investigador que ha rescatado muchos de documentos olvidados del Archivo Diocesano de San Cristóbal de las Casas, y Roberto López Moreno, el hombre de las historias de Las mariposas de la tía Nati, recibieron la noche del miércoles con el Premio Chiapas 2001 en los rubros de ciencia y arte, respectivamente, un homenaje por su aportación a la historia, las letras y el pensamiento de ese estado.
También teólogo, filósofo, politólogo y periodista, Aubry se dedica a la investigación antropológica en zonas indígenas y al rescate -con Angélica Inda, su compañera desaparecida- de unos 3 millones de documentos del Archivo Diocesano de San Cristóbal, donde ha trabajado durante 28 años.
Novelista, cuentista, ensayista, poeta y periodista, López Moreno es considerado uno de los escritores chiapanecos más prolíficos del siglo XX y fue elegido por el jurado por su amplia producción literaria, entre la que destaca su obra en prosa Las mariposas..., Yo se lo dije al presidente, El arca de Caralampio y El extraño mundo zoológico de Chiapas.
El antropólogo francés Andrés Aubry definió como ''reactivadores de la memoria indígena'' los trabajos realizados por él y un grupo de personas en las investigaciones del Instituto de Asesoría Antropológica para la Región Maya y el Archivo Histórico Diocesano de San Cristóbal.
''Nada fue puro maestro porque todos hemos sido reactivadores de la memoria indígena en sus múltiples formas: escrita y oral, histórica, agrícola, arquitectónica, en la producción intelectual oral de ejidatarios, deliberada, razonada, pregonada y multiplicada en asambleas y organizaciones populares'', explicó.
Recordó el trabajo de Angélica Inda (''ausente de este recinto por imperativos que trascienden mi mortal cáncer'') en el Archivo Diocesano, pues aseguró que después de la producción archivista de Inda, en 2001 nadie puede enseñar o escribir la historia de Chiapas.
Aubry, también articulista de La Jornada, recordó que en los años noventa, ''del TLC'', se despertó el gigante pero, agregó, no era aquel que supuestamente se perfilaba en la década anterior.
Con o sin los zapatistas, destacó, pese a los frenos de ''la gobernación'' -como se decía en los diálogos de San Andrés-, los problemas que aquejan a Chiapas son los que hereda de los vicios nacionales.
Compromiso con nuestra historia
Roberto López Moreno habló del compromiso de los intelectuales y escritores con la historia y el pueblo. Afirmó que las artes y las ciencias hablarán por la apropiación de ''nuestra historia''.
''En la altura del pensamiento está el resorte que nos habrá de alcanzar hacia delante, y el crimen y el despojo serán tan sólo un mal recuerdo que dejaremos a las descendencias, como leyenda negra que algún día fue pero que no ha de volver sobre la faz de la tierra'', expresó.
El Premio Chiapas 2001 fue entregado por el gobernador Pablo Salazar Mendiguchía en el teatro Emilio Rabasa.