Ť Cerón Flores estaba suspendido desde 1999; se investigan cinco denuncias más
Cesa la Judicatura Federal a magistrado por hacer "proposiciones eróticas" a demandante
JESUS ARANDA
El magistrado del primer tribunal colegiado del décimo séptimo circuito con sede en Chihuahua, Agustín Cerón Flores, fue destituido de su cargo por "asediar sexualmente" a una tercera perjudicada en dos juicios de amparo. El funcionario judicial tiene pendientes además al menos cuatro denuncias sobre irregularidades en su conducta profesional.
Informó lo anterior el Consejo de la Judicatura Federal (CJF) ?órgano encargado de vigilar la disciplina y administración del Poder Judicial Federal?, el cual reveló que analiza otros cinco casos de jueces y magistrados que tienen denuncias en su contra por diversos motivos.
En el caso del magistrado Cerón ?quien tiene el derecho de apelar la decisión ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación?, los consejeros concluyeron que éste formuló "proposiciones eróticas" a una mujer que intervenía de manera directa e indirecta en dos proyectos de resolución distintos en los que trabajaba el funcionario judicial para su resolucíón.
Suspendido desde 1999
El magistrado había sido suspendido de su cargo desde el 29 de noviembre de 1999 por el pleno del consejo, luego de que se consideró que había elementos suficientes en la queja presentada por la agraviada ?cuyo nombre no se reveló-, así como un presunto enriquecimiento ilícito que no le fue comprobado.
Como resultado de la indagación, se determinó que el juzgador violó la Ley Orgánica del Poder Judicial Federal y la Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos, que establece que los funcionarios deben tener buena conducta en su cargo, "tratando con respeto, diligencia, imparcialidad y rectitud a las personas con las que tenga relación".
José Guadalupe Torres fue el consejero que elaboró el proyecto de resolución, el cual establece que el magistrado tuvo una conducta "reprobable" en el desempeño de su cargo porque estando en desarrollo los juicios de amparo 321/99 y 325/99, en los que la jusiticiable tenía carácter de tercera perjudicada y quejosa, respectivamente, le formuló proposiciones "eróticas", sabedor que por ser el proyectista tenía una situación "favorable" en esa situación.
La conducta fue calificada como "reprobable, porque resulta indadmisible que un funcionario judicial realice sugerencias lascivas a una justiciable".
El CJF concluyó que en una persona encargada de impartir justicia debe prevalecer el interés de servir a quienes la demandan, sin pedir ni esperar nada a cambio, sólo la satisfacción que produce el deber cumplido.