VIERNES Ť 30 Ť NOVIEMBRE Ť 2001

Ť La economía, en ceros; en escala 1-10 el gobierno apenas califica con 4: analistas

El primer año de Fox, del desarrollo a la recesión, de la esperanza al desencanto

Ť Se hunden ingresos y crece el desempleo; Hacienda podría hacer un cuarto ajuste del gasto

ANTONIO CASTELLANOS Y ROBERTO GONZALEZ AMADOR/I

En su primer año, el gobierno del presidente Vicente Fox transitó del desarrollo al estancamiento y del estancamiento a la recesión, de la esperanza ciudadana, al desencanto. Algunos especialistas dicen que en una escala de 10, apenas alcanza la calificación de cuatro. Atrás quedaron las promesas de mayor empleo y poder adquisitivo.

La reprobación no es sólo de los analistas, sino de los ciudadanos que votaron por un gobierno empecinado en empujar la inflación a la baja, y que desembocó en una recesión que mantiene a la economía nacional inmersa en una incertidumbre total, donde no hay reforma fiscal y tampoco un presupuesto que responda a las necesidades de la población.

El diagnóstico era que la economía estaba sobrecalentada. Entonces se impuso la política fiscal y monetaria restrictiva. El Banco de México aplicó, dicen consultoras, de manera salvaje la ampliación del corto y el panorama se complicó con la recesión en Estados Unidos, agudizada por el ataque contra las Torres Gemelas y el Pentágono.

En el curso del año, debido a esta política que colocó en la Tasa de Desempleo Abierto (TDA) en octubre pasado a un millón 170 mil personas, el gobierno se vio obligado a hacer tres recortes a su gasto. Pero la historia todavía no termina, porque en los días que restan de 2001 la Secretaría de Hacienda podría proceder a un cuarto ajuste.

De noviembre de 2000 al 15 de noviembre de 2001, el número de asegurados permanentes disminuyó en 437 mil 582 plazas, según reportes del Seguro Social.

Los informes oficiales establecen que en el año, el gasto se ha adecuado en 13 mil 220 millones de pesos. Reflejo de la política de austeridad que ha dejado en el desempleo a cientos de miles de mexicanos, es el hundimiento de los ingresos. La caída de la recaudación se ha dado especialmente en los impuestos al valor agregado (IVA) y sobre la renta (ISR). Reportes oficiales destacan que el consumo de pan y tortillas ha bajado 5 y 10 por ciento, respectivamente. El de carne, por lo menos 20 por ciento.

En lo externo, la más grave amenaza, después de la recesión en Estados Unidos, la representa la volatilidad del mercado petrolero. El secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, advirtió que el presupuesto de un billón 410 mil millones de pesos para el próximo año, podría ser recortado en caso de que persista la caída en el precio del petróleo.

El escenario para 2002 no se muestra muy alentador. En el Presupuesto de Egresos presentado a consideración del Congreso de la Unión, la inversión física en educación, salud, servicios de agua de riego, potable, alcantarillado y comunicaciones y transportes se desploma 57.9 por ciento, 67, 31.5 y 10.3 por ciento, respectivamente.

Desplome del PIB

Pablo Alvarez-Icaza, director de Estudios Económicos de la Consultora Bursamétrica, afirmó que el primer año de gobierno se resume de la siguiente manera: desarrollo-estancamiento-recesión. Después de tener un crecimiento superior a 7 por ciento, pasó a 5.1 por ciento en el tercer trimestre de 2000.

Luego, en el primer trimestre de 2001, el producto cayó a 1.9 y en el segundo a cero por ciento. Al cierre de septiembre decreció para hundirse 1.6 por ciento en términos reales. El sector industria cayó 4.7 por ciento y la proyección para el cierre de diciembre es de cero por ciento. Al conjuntar los tres trimestres se tiene que la economía de enero a septiembre sólo creció 0.1 por ciento. En una escala del uno al 10, el gobierno alcanza una calificación de cuatro, afirmó Alvarez-Icaza.

Destacó que la Secretaría de Hacienda y el Banco de México aplicaron una política de transición sexenal encaminada a enfriar la economía. Esto fue muy claro, porque el anterior gobierno que encabezó Ernesto Zedillo, especialmente después de las elecciones se dedicó a gastar de manera importante. La actual administración hizo todo lo contrario.

Explicó el especialista que la economía no ha caído en mayor proporción, porque los salarios han ido más allá de la inflación. Entonces el consumo se ha mantenido fuerte y no se ha desplomado, pero esto no es seguro que continúe, porque el gobierno federal ya mandó la señal de que el aumento salarial no debe ir más allá del 4.5 por ciento en que se ha fijado la meta de inflación.

Cero crecimiento

El secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, aceptó un panorama adverso para el cierre de 2001: la tasa de crecimiento del producto se ubicará en cero por ciento anual; la inflación estará por debajo de la meta de 6.5 por ciento establecida por el Banco de México; el déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos se estima en 3.1 por ciento del producto interno bruto, y el balance público estará en 0.65 por ciento, en línea con lo aprobado por el Congreso.

Manifestó que el deterioro de la actividad económica durante este año, así como la ausencia de elementos externos que permitan prever una recuperación inminente y vigorosa, condicionan el diseño de la estrategia política económica para 2002. Por ello, el programa económico para el año entrante es escrupulosamente prudente para conservar la estabilidad macroeconómica y sentar las bases de una recuperación que sea sostenible.

Sin embargo, el funcionario destacó que todo esto podrá cumplirse siempre y cuando el precio del petróleo no siga a la baja, y adelantó que la caída de los ingresos petroleros para 2002 se calcula en 30 mil millones de pesos. Como esto es prácticamente imposible, expusieron los asesores de las autoridades hacendarias, habrá necesidad de hacer ajustes al gasto, porque además de menores ingresos por la caída en la recaudación del IVA e ISR, ya se vislumbra un mercado petrolero muy volátil.

Inestabilidad en la BMV

La publicación especializada Tendencias consideró que el desempeño de las empresas que cotizan en bolsa refleja claros signos de recesión de la que ''difícilmente podremos salir este año''; habrá que ser cautelosos en lo que a inversión en valores se refiere, indica.

Los resultados de las empresas listadas en el mercado accionario muestran el freno exagerado de una economía volcada al comercio exterior, mismo que en la actualidad está seco. De las 124 empresas que entregan reportes trimestrales a la BMV, casi 60 por ciento muestra un resultado operativo menor, en comparación con el mismo periodo del año pasado.

El informe especializado que tituló Crónica de una recesión anunciada y que distribuyó entre inversionistas nacionales y extranjeros establece que las compañías han tenido que recurrir a la adquisición de pasivos, para sobrevivir esta etapa de crisis. Como resultado de lo anterior, 60.48 por ciento tiene hoy mayor cantidad de pasivos que en 2000.

Y concluye: ''De igual forma y ante la indiscriminada entrada de inversionistas del extranjero, 59.68 por ciento de estas emisoras han tenido que vender parte de sus activos o bien, dada la incertidumbre económica prevaleciente, han permitido que sus activos continúen su depreciación y no han realizado nuevas inversiones en la misma o mayor medida. Hoy presentan menores activos en comparación con el tercer trimestre de 2000''.