VIERNES Ť 30 Ť NOVIEMBRE Ť 2001

Ť La iniciativa de decreto anula la posibilidad de que el funcionario se ampare

Rechazan 350 diputados ratificar a Guerrero Pozas, auditor superior de la Federación

Ť Causa controversia entre PAN y PRD la calificación de Fox en una encuesta del GEA

CIRO PEREZ Y ROBERTO GARDUÑO

La Cámara de Diputados aprobó con 350 votos a favor y tres en contra el proyecto de decreto para no ratificar al actual titular de la Auditoría Superior de la Federación, Gregorio Guerrero Pozas.

Tras una serie de reuniones privadas, negociaciones en corto y cabildeos entre las fracciones partidistas de la Cámara de Diputados, ayer se concretó un procedimiento unicamaral que llevó a la Comisión de Vigilancia a no proponer un punto de acuerdo para no ratificar a Gregorio Guerrero porque éste se podía amparar, y decidió que la mejor opción para evitar ese contratiempo sería elaborar una iniciativa de decreto.

De tal forma que este viernes se darán a conocer en el Diario Oficial de la Federación los términos de la convocatoria para elegir al sustituto del actual auditor. Y es que la desventaja de Guerrero Pozas fue su elección como titular de la Auditoría Siperior de la Federación durante la pasada Legislatura, es decir, el no formar parte del actual juego de fuerzas en la Cámara de Diputados.

Inicialmente, la Comisión de Vigilancia iba a someter al pleno camaral un punto de acuerdo para no ratificar al actual auditor y lanzar la convocatoria.

Pero los diputados que conforman esa comisión tuvieron que reunirse de manera urgente en el salón Leona Vicario de San Lázaro para elaborar de última hora un dictamen que sustituiría al que ya se había redactado desde el día anterior, y que contenía un proyecto de decreto que sería un dique a los intentos de Guerrero Pozas por ampararse y obtener la ratificación como pretendía.

El procedimiento fue cabildeado y consensado de manera unánime entre las fracciones parlamentarias del PAN, PRD, PRI, PT y PVEM, para que llegara al pleno y pasara favorablemente sin ningún contratiempo.

La lectura del documento le correspondiputados_calderon_dc04dió al petista José Narro Céspedes, quien sostuvo que corresponde a la Cámara de Diputados ratificar o no al auditor, quien deberá dejar el cargo el 31 de diciembre próximo.

El proyecto de decreto fue aprobado sin problema como de urgente y obvia resolución, dada la premura de la abrumadora mayoría de los diputados quienes en un número de 352 apoyaron que Guerrero Pozas no siga al frente del Auditoría Superior, y sólo tres votaron en contra. Entre ellos José Manuel del Río Virgen, quien reclamó el rápido procedimiento porque "nunca se le comprobó nada, ninguna actitud ilícita a Guerrero Pozas. Es muy rara y sospechosa esta votación, y yo no tengo nada de ingenuo".

Para justificar esa decisión mayoritaria, el perredista José Antonio Magallanes subió a la tribuna. Y a pesar de lo delicado del hecho, porque Guerrero Pozas conoce información que tiene que ver con fraudes y probables hechos delictivos asociados a la administración pública, Magallanes no dijo que su partido solicita una investigación de las actividades del auditor, como lo habían sugerido sus compañeros de fracción.

De esa forma quedó finiquitado el proceso que en términos formales se llama no ratificación, y en llanos se llamó ayer destitución de Guerrero Pozas.

Un minidebate por las encuestas

Antes de que se concretara la acción contra Guerrero Pozas, el coordinador de la fracción del PRD, Martí Batres Guadarrama, subió a la tribuna de la Cámara de Diputados para presentar una excitativa por los resultados de una encuesta que elaboró el Grupo de Economistas y Asociados (GEA) donde se concluyó que en el pasado mes de agosto la aprobación para el gabinete del presidente Fox era de 45 por ciento mientras que la desaprobación alcanzaba el 34, y en noviembre de este año la aprobación para los funcionarios foxistas se redujo a 40 por ciento y la desaprobación aumentó a 50.

El legislador perredista también llevó la pregunta que la encuestadora hizo sobre si el gobierno de Vicente Fox es peor o mejor que los anteriores. Para agosto de 2001, dijo Martí Batres, 47 por ciento de los encuestados dijo que era mejor; 39, que igual, y 9 por ciento, que peor; no obstante, para noviembre 42 por ciento dijo que era mejor; 44 por ciento, igual, y 11 por ciento, peor. Es decir que la popularidad del mandatario va a la baja.

Por tal motivo, Batres Guadarrama pidió al pleno que apoye las iniciativas del PRD en materia fiscal y económica para dar más recursos al Estado y de esa manera alentar el desarrollo nacional. "Nosotros hemos sido propositivos", expresó.

Aquello fue el acabose para los panistas, quienes indignados rodearon en su curul a Felipe Calderón, su coordinador, quien presuroso lamentó que Martí Batres planteara una excitativa con un tema que no se registró claramente en el asunto del orden del día, y pidió a la mesa directiva que se diera lectura al documento de la encuesta citada que mencionaba la valoración del trabajo del Presidente de la República.

Aquellos reclamos generaron un intercambio de posturas, que por poco deriva en un debate porque los legisladores perredistas dijeron que una petición como la de Calderón no cabía en el espacio de las excitativas.

La presidenta de la mesa directiva, Beatriz Paredes, trató de salvar aquel enredijo, primero al autorizar que se leyera la petición de Calderón y en segundo lugar tratando de convencer a los perredistas de que con la sola lectura continuaría inmediatamente el rumbo de la sesión. Ni Miguel Barbosa, del PRD, ni Tomás Torres declinaron en su crítica, hasta que la legisladora priísta solicitó de manera amable al coordinador del PAN que declinara su moción.

No obstante, Felipe Calderón insistió porque, desde su opinión, Martí Batres había leído mal el documento de la encuesta. Aquello ya fue un ir y venir de solicitudes de palabra, hasta que por votación económica la mesa pidió al pleno que se manifestara si debían ser leídas las tres líneas que Calderón pedía, y tanto el PRI como el PAN votaron a favor para que así fuera.

Pero entonces Martí Batres respondió de la misma forma que lo había hecho Calderón y pidió que se leyeran tres renglones, también del mismo texto de la encuesta. Alejandro Zapata Perogordo, del PAN, dijo que aquello sólo pretendía iniciar un debate, y no era el momento.

Beatriz Paredes entonces, después de la experiencia pasada, también solicitó al pleno que votara si aceptaba que se leyeran los tres renglones que Martí Batres había pedido y así fue. Se reiteró, que según los resultados de GEA, "la credibilidad del Presidente se desplomó más de la mitad entre octubre de 2000 y noviembre de 2001".