LUNES Ť 26 Ť NOVIEMBRE Ť 2001

Ť En mes pasado integrantes de la organización Orcao y priístas lo arrebataron

Zapatistas recuperan en Cuxuljá centro de comercio

Ť Un cordón de tzeltales mantiene vigilancia continua ante el temor de un nuevo embate

HERMANN BELLINGHAUSEN ENVIADO

Crucero Cuxuljá, Chis. 25 de noviembre. Doscientos campesinos zapatistas, casi todos tzeltales, rodean el Centro de Comercio, ahora en Resistencia, Nuevo Amanecer de Arco iris, cubiertos los rostros con paliacates y pasamontañas. Procedentes de los siete municipios autónomos de la zona, recuperaron la tienda que les habían arrebatado en octubre miembros de la Organización de Caficultores de Ocosingo, Orcao, y pobladores priístas de Cuxuljá, comunidad al otro lado de la carretera (que muchos llaman internacional, aunque en sentido estricto no lo sea) San Cristóbal-Ocosingo, a la altura de la desviación hacia Altamirano.

El comercio de los zapatistas está abierto, entre rumores de que será desalojado nuevamente por la Orcao y los priístas de enfrente. La amenaza de desalojo alcanza también a la vecina comunidad de Moisés Gandhi, cabecera del municipio autónomo Ernesto Che Guevara. El diálogo que sostuvieron las partes en conflicto hasta la semanas pasada, con la intermediación del Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas y de la Comisión de Reconciliación Comunitaria, no obtuvo resultados.

La Orcao mantiene su reclamo de titulación individual de las tierras que comparte con el municipio autónomo, y hasta el domingo pasado se oponía a la reapertura de la tienda que sus huestes desalojaron violentamente el mes pasado.

Viendo que el diálogo precario no iba a ninguna parte, los municipios autónomos se movilizaron el 18 de noviembre, abrieron la tienda, metieron sus mercancías y desde entonces mantienen un cinturón compuesto por hombres y mujeres de los municipios zapatistas 17 de Noviembre, Lucio Cabañas, Ernesto Che Guevara, Miguel Hidalgo, Vicente Guerrero, Olga Isabel y Primero de Enero. Cada tercer día el cordón humano se releva por completo.

Sobre unas tablas, cubiertas con plástico transparente, se exhiben fotografías del mural destruido en el Centro de Comercio, que es la tienda más modesta de todo el crucero, un punto exclusivamente comercial. Es el único comercio sin refrigerador ni exhibidores de Bimbo y Sabritas. Pero en cambio vende ropa campesina, huaraches, botas de hule, rudimentarios instrumentos de labranza, galletas y unos pocos de refrescos.

Un revuelo de encapuchados que entran y salen rodea la casa. Sus muros lucen horrendamente tachonados con pintura de aceite. En una de las amplificaciones fotográficas exhibidas al pie de la carretera (imágenes de cuando el mural aún existía) se ve una manta donde se advierte al público: "Este trabajo no se puede dañar porque es un trabajo digno. El que lo maltrate está maltratando a su hermano".

Las mantas que los autónomos colocaron al recuperar su centro de comercio expresaban lo que es el meollo del conflicto. "La tierra es nuestra madre, no se compra ni se vende", decía una. Y otras dos: "No queremos privatización, no queremos que vuelva el patrón" y "La tierra no es mercancía, venderla traición sería".

El plantón de las bases de apoyo del EZLN se mantiene día y noche desde hace una semana. Pese a los rumores amenazantes que enrarecen repetidamente el ambiente en el crucero de Cuxuljá, los miembros de Orcao sólo se concentraron aquí el pasado día 21, sin que la tensión llegara a mayores.

Un hombre de Moisés Gandhi, participante del plantón, comenta que "al parecer" el día 22 fueron a Tuxtla Gutiérrez los de Orcao, "a pedirle al gobernador que les reaparta sus tierras de una vez y nos quite a los zapatistas, que queremos que la tierra sea toda para todos".

Da la impresión de que usa sin querer la frase "para todos todo", la cual no obstante es la que expresa mejor lo que los autónomos proponen, y los de Orcao ya no aceptan (porque en el pasado, a todos consta que sí aceptaban).

Hace dos días los de Orcao cortaron la luz de los asentamientos zapatistas y reiteraron las amenazas de desalojar Moisés Gandhi, así como las casas y comercios que tienen los autónomos en el crucero y las proximidades del terreno donde hasta hace unos meses estuvo el cuartel del Ejército federal.

Los zapatistas en el plantón, declara uno de los responsables, no recurrirán a la violencia en ningún caso: "Nuestra resistencia va seguir siendo pacífica. Nosotros no vamos a golpear a nuestros hermanos de la Orcao, pero tampoco vamos a aceptar que nos hagan una agresión que no tienen razón ni derecho".chiapas_zapatistas_c6h