DOMINGO Ť 25 Ť NOVIEMBRE Ť 2001

Ť Demandan que el consumo en locales sea deducible

Restauranteros ofrecen dar trabajo a más de ochenta mil familias

ROBERTO DE LA MADRID, ESPECIAL

Puebla, Pue., 24 de noviembre. Los restauranteros del país lanzaron jugosa oferta a la economía nacional: dar trabajo a mas de ochenta mil familias. El único requisito es que el Congreso de la Unión apruebe la ley para que el consumo en los restaurantes pueda volver a ser deducible fiscal. Esta promesa la hizo Roberto González Guzmán, candidato a la presidencia de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera (Canirac), quien aseguró que la gastronomía mexicana es una mina de oro que, más allá de ser un bastión cultural, merece también toda la atención política.

El empresario explicó que el hecho de que las comidas no sean deducibles de impuestos frena la actividad económica de este sector en todo el país: al año se pierden cuarenta y cinco mil millones de pesos y le quita el empleo a casi cien mil personas. "En los restaurantes se resuelven muchos negocios, cuando se come una sopa el ejecutivo o el comerciante resuelven su inversión. Es una herramienta de trabajo, que como no es deducible obviamente nosotros perdemos clientela, es por eso que si los diputados nos devuelven la deducibilidad, y si llego a la presidencia, me comprometo a que se abran esas plazas de trabajo", afirmó González Guzmán al término de la ceremonia de clausura del Tercer Congreso sobre Patrimonio Gastronómico y Turismo Cultural en América Latina.

Olivella da marcha atrás

Por su parte, Andrés Olivella, presidente actual de Canirac, informó que en tres meses serán las elecciones para elegir al nuevo titular de su asociación y garantizó que la sucesión de poderes en la cúpula de restauranteros de México se dará democráticamente y en plena calma. Dijo que los dos candidatos a la presidencia (Roberto González y Rafael Saavedra) están plenamente capacitados para dirigir los destinos de la gastronomía. Sobre este tema, Olivella dijo que después de éste Congreso está más convencido que nunca de que la comida mexicana se declare Patrimonio Cultural de la Humanidad.

Por la tarde, el último día de trabajos y ponencias fue cerrado con broche de oro con la actuación de la crotalista Sonia Amelio. Durante una hora dejó con la boca abierta a cientos de personas que se congregaron en el Teatro Principal de la ciudad de Puebla, para ver el arte de la danza combinada con el ritmo de las castañuelas y la música denominada clásica.

La SEP debe enseñar a comer: Chepina Peralta

Por su parte, la gastrónoma Chepina Peralta, después de impartir una conferencia sobre los moles de México, aseguró que la causa de la desnutrición que se vive en el país, más que la falta de recursos económicos, es la ignorancia. Afirma que miles de familias en México no saben comer debido a que su poco presupuesto lo utilizan mal . "He visto a madres de familia muy pobres que cuando van a la tienda compran una Coca-cola familiar, una bolsa gigante de frituras y diez bolillos, sin saber que con ese dinero se puede cocinar una comida más nutritiva".

La experta en recetas de cocina exhortó a la Secretaría de Educación Pública a que en los libros de textos se enseñe a comer bien y a nutrirse, "enseñar qué propiedades tiene la papa y cómo se puede combinar para que rinda mejor y que sea más nutritivo. En 1975 realicé un proyecto junto con la FAO en la colonia Vallejo, en el DF, y después de unos meses, con el mismo presupuesto que gastaban enseñamos a cocinar, y eliminamos la desnutrición de cien familias". Aseguró que la receta de cocina es un conocimiento sistemático que además de provocar placer al sentido del gusto, es indispensable para la salud y la economía familiar.

El panel final de académicos y empresarios encabezados por Eduardo Barroso Alarcón subsecretario de Turismo, concluyó que la comida mexicana es parte de la identidad nacional que merece el cuidado diario de los mexicanos como carta de presentación para el Turismo mundial. Lo anterior levantó el consenso unánime de llevar ante la UNESCO la iniciativa de preservar la comida mexicana como patrimonio cultural.

El Congreso fue impartido por más de cien profesionales e investigadores del arte culinario de México, Perú, Venezuela, España, Brasil y Portugal. Se exhibieron más de cuatrocientos platillos y estuvieron presentes 14 estados de la república. El evento fue visitado por más de diez mil personas entre estudiantes y público en general.