Ť Se inicia la decimoquinta versión de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara
El Estado, principal competidor de la industria editorial, indica Raúl Padilla
Ť De 270 millones de ejemplares que se producen al año, 150 millones son de texto, sostiene el presidente de la FIL
CESAR GÜEMES ENVIADO
Guadalajara, Jal., 24 de noviembre. Con sus palabras en la ceremonia de inauguración de la 15 Feria Internacional del Libro, Raúl Padilla López, su presidente, comenzó lo que será con toda seguridad un amplio debate. Dijo: "Todo esfuerzo será insuficiente mientras la industria editorial mexicana tenga en el propio Estado a su principal competidor".
Poco antes, Padilla López se había referido a la historia de la FIL con motivo de su aniversario número 15: "Nuestra feria nació casi como un acto de fe de la Universidad de Guadalajara. Queríamos impulsar al libro como una fuente privilegiada de educación y cultura, valor altísimo para una institución universitaria. Queríamos también abrir nuevos flujos de intercambio y promoción del libro que enlazaran geografías lejanas y voluntades diversas. Pero entonces no era el mejor momento para realizar pequeñas ni grandes utopías. La década de los ochenta fue de años sumamente difíciles para la industria editorial del país y de América Latina, con economías debilitadas por la recesión o la franca crisis".
En
su discurso, el presidente de la FIL preparaba el ambiente para dejar caer
una carga de profundidad. Durante el prólogo a lo que sería
hasta ahora la afirmación más contundente respecto de la
gratuidad de los libros de texto, continuó Padilla: "Constatamos
en carne propia algo que sabíamos por experiencia ajena: que los
libros y los lectores pueden sobrevivir a crisis políticas y convulsiones
sociales, pero son tremendamente vulnerables a las debacles económicas.
En el inventario de las pérdidas de esos años habría
que cuantificar los miles de libros que no se produjeron, las cientos de
librerías que cerraron y, acaso, los millones de lectores que no
se formaron".
El diagnóstico de la lectura como actividad necesaria para México no fue nada alentador en voz de Padilla: "La lectura en nuestro país es una actividad limitada". En cuanto a los responsables, la afirmación no dejó lugar a dudas: "Las causas habría que buscarlas menos en la pérdida del poder adquisitivo que en la debilidad de nuestras políticas educativas".
Con motivo del balance entre industria editorial y apoyos sociales, las cosas no fueron mejores: "Hoy, nuestra industria ha perdido buena parte del dinamismo y se enfrenta a una competencia global en ascenso, para la cual nuestra sociedad y su gobierno no la hemos dotado con los suficientes soportes".
Poco después vendría la frase en la cual se caracteriza al Estado como el principal competidor dentro del ámbito editorial, con motivo de lo cual Padilla López amplió: "En nuestro país, según estimaciones de la cámara del ramo, se producen 270 millones de libros al año; de ellos, casi 150 millones son libros de texto producidos por el Estado".
El pronunciamiento previo al cierre no dejó lugar a dudas: "A lo largo de muchos años, voces diversas han insistido en que el Estado debe abandonar su papel de editor de libros de texto y dejar esa función en manos de la iniciativa privada. El comité organizador de esta Feria Internacional del Libro no puede menos que suscribir esa demanda".
Ante la natural expectación por las afirmaciones, el presidente de la FIL matizó: "Abogar porque los editores privados produzcan los libros de texto no significaría eliminar su gratuidad o estimular la privatización de la función educativa. Implicaría, simple y sencillamente, que la industria privada produjera para el Estado los textos de uso obligatorio que luego circularán gratuitamente en las escuelas".
La conclusión de Padilla López fue, en una línea, también una respuesta a recientes acontecimientos en la industria editorial: "El peor enemigo del libro no es la censura: es la falta de lectores".
Ť El mercado editorial de Brasil, entre los 10 principales del mundo
CESAR GÜEMES ENVIADO
Guadalajara, jJl., 24 de noviembre. Cuando faltaban escasos minutos para las 13 horas de este sábado, la titular del Conaculta, Sara Bermúdez, dio por inaugurada la decimoquinta versión de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, que en esta ocasión tiene como país invitado a Brasil.
En la mesa que Bermúdez presidió se encontraban también Nélida Piñón, escritora; José Francisco Ramírez Acuña, gobernador de Jalisco; María Luisa Armendáriz, directora de la FIL; Francisco Correa Weffort, ministro de Cultura de Brasil; José Trinidad Padilla López, rector de la Universidad de Guadalajara; Eduardo Portella, presidente de la Fundación Biblioteca Nacional del Ministerio de Cultura de Brasil; Fernando Garza, presidente municipal de Guadalajara; Macedonio Tamez, presidente municipal de Zapopan; José Sarney, senador y ex presidente de Brasil; María Celina Azevedo, directora del Departamento Cultural del Ministerio de Relaciones Exteriores; Antonio Ruano, presidente de la Caniem; Jonny Wolf, presidente de la Cámara Brasileña del Libro; Paulo Roberto Rocco, presidente del Sindicato Nacional de Editores de Libros, y Luis Felipe Soares, embajador de Brasil en México.
En representación del presidente de México, Vicente Fox, Sara Bermúdez consideró: "Quienes vivimos de cerca los procesos culturales, coincidimos en la imperiosa necesidad que tenemos de abrir para millones de personas las oportunidades y placeres que representa la cultura. Es decir, la imperiosa necesidad que tenemos de multiplicar el número de lectores; de ir más allá de la imprescindible alfabetización para formar lectores autónomos, capaces de leer y escribir por voluntad propia todos los días. En México, Hacia un país de lectores es el programa del Conaculta para formar esta clase de lectores. Los lectores que nos hacen falta en la era del conocimiento; en este nuevo siglo globalizado y terriblemente competitivo".
El gobernador de Jalisco, en su turno, destacó la gran participación que tiene el país invitado como productor de libros: "Cabe destacar que el mercado editorial brasileño está entre los primeros diez del mundo. En sus talleres se producen, anualmente, alrededor de 400 millones de ejemplares, cantidad que representa aproximadamente 50 por ciento del total de la producción latinoamericana de libros".
Mientras tanto, José Trinidad Padilla, rector de la UdeG, dedicó buena parte de su intervención a hablar de lo que une a México y Brasil: "Compartimos una historia que une a nuestros pueblos en el ideal latinoamericano. Nuestro sentido de identidad subyace en la conciencia de la unidad regional ante el mundo y en el reconocimiento de la diversidad cultural de espíritus que se enriquecen mutuamente''.
Luego de inauguradas, las actividades de la FIL se extenderán hasta la noche del domingo 2 de diciembre, momento en que se realice la mesa dedicada a Huberto Batis, quien este año recibe un reconocimiento como periodista cultural.