Ť Acuerdan en la cumbre de Lima frente común ante organismos internacionales
Países latinoamericanos, en busca de financiamiento
Ť Aznar ofrece promover mayor intercambio comercial de la región con la Unión Europea
JUAN MANUEL VENEGAS ENVIADO
Lima, 24 de noviembre. Con el acuerdo de trabajar de manera coordinada y asumir posiciones conjuntas en los diversos foros y organismos internacionales para la búsqueda de financiamiento, como punto más importante de los acuerdos alcanzados en Lima, concluyó la tarde de este sábado la XI Cumbre Iberoamericana, a la que asistieron gobernantes de 18 de los 21 países miembros.
La democracia "que hoy impera" en las naciones de América Latina debe significar, frente a los organismos financieros internacionales y las naciones más desarrolladas, la oportunidad para que los recursos fluyan hacia la región, sobre todo para hacer frente a los retos de infraestructura y desarrollo social y humano, concluyeron los mandatarios de los países latinoamericanos, de España y Portugal.
De igual forma, acordaron acudir con el mismo espíritu y agenda para las negociaciones de financiamiento, a la Cumbre de Desarrollo Sustentable, que se llevará a cabo en septiembre de 2002 en Johannesburgo, Sudáfrica. Fue consenso de todos los mandatarios reunidos en Lima que en estos objetivos y negociaciones para el financiamiento no se caiga en el viejo esquema de la confrontación entre países ricos y pobres.
En una conferencia de prensa que ofreció el jefe del gobierno español, José María Aznar, se destacó la importancia de la Conferencia Internacional de Financiamiento para el Desarrollo, que se llevará a cabo en marzo próximo en la ciudad mexicana de Monterrey.
"De esta reunión, a la que están invitados representantes de los organismos financieros multilaterales y de las principales potencias mundiales, deben surgir ideas, propuestas e iniciativas que sean útiles para todos, especialmente para los países iberoamericanos, desde el punto de vista de la búsqueda de recursos para el desarrollo y el combate a la pobreza", expuso Aznar.
"Creo que debemos salir con una conferencia de Monterrey concertada, que sirva para que todos los países iberoamericanos que tienen rezagos y niveles de pobreza muy importantes puedan fortalecer su prosperidad y sus proyectos de desarrollo", apuntó el mandatario español, quien por otra parte ofreció que desde la presidencia de la Unión Europea -cargo que ejercerá de enero a junio del próximo año- promoverá una mayor atención del Viejo Continente hacia América Latina, además de procurar más intercambio comercial entre las dos regiones.
A puerrta cerrada
Fue un cónclave -"encerrona", como dijo el presidente de este país, Alejandro Toledo- que se llevó a cabo bajo estrictas medidas de seguridad, en un céntrico hotel de la capital peruana.
Por más de seis horas -por supuesto sin que ningún medio informativo de algún país tuviera acceso directo a las discusiones- se prolongaron las mesas de trabajo de los presidentes y jefes de Estado, así como integrantes de sus comitivas.
En este marco, el presidente de México, Vicente Fox Quesada, tuvo como primera actividad este sábado un desayuno con los presidentes de Chile, Ricardo Lagos; de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, y de Argentina, Fernando de la Rúa.
De acuerdo con lo que trascendió de este encuentro, Fox y Lagos insistieron en la necesidad de establecer un acuerdo de libre comercio entre los países del Mercosur y México.
Este tema ha sido recurrente en el discurso del mandatario mexicano en todas las reuniones regionales y bilaterales en que ha participado a lo largo del último año. Fox Quesada se dijo una vez más convencido de las bondades y ventajas del libre mercado y comercio entre las naciones, e insistió en que a final de cuentas todos estos esfuerzos tienen como fin último alcanzar, para el 2005, el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA).
Como punto extraordinario de la agenda de trabajo de la Cumbre Iberoamericana, los jefes de Estado y de gobierno reunidos en la ciudad de Lima decidieron emitir una declaración conjunta en la que reconocen "los generosos y decididos esfuerzos que ha venido realizando el presidente de Colombia, Andrés Pastrana, como prioridad de su mandato en la tarea de construcción de la paz en su país".
Resaltaron asimismo la necesidad de que "los grupos al margen de la ley, a través de hechos de paz, faciliten la continuidad del proceso, como política de Estado".
La declaración de los gobernantes termina con un llamado a todos los grupos irregulares "para que no involucren a la población civil en los conflictos, y proscriban prácticas inaceptables, como el secuestro, que son contrarias al derecho internacional y humanitario".