MARTES Ť 13 Ť NOVIEMBRE Ť 2001

Ť "La legalidad, avasallada por la realidad"; llama a reformar organismos internacionales

Los hechos del 11 de septiembre derrumbaron el optimismo de un nuevo orden mundial: Fuentes

Ť Posible, socializar la economía global; devolver el poder a la gente, la clave, dice

 CARLOS PAUL

Vivimos en el tiempo de la violencia, definió Carlos Fuentes. Casi se diría que a mayor adelanto técnico y científico, menor adelanto moral. Siglo corto y cruel. De los ochenta años del siglo xx, 12 se fueron en sangrientas guerras mundiales y 45 en una guerra fría, cuyos costos los pagaron los llamados países del Tercer Mundo al precio de aplazar durante cuatro décadas los problemas reales de la convivencia humana y la sociedad civil. "Estamos sumergidos en una crisis porque no hemos sido capaces de crear una nueva legalidad, para esta nueva realidad. Realidad sin legalidad, ese es el desafío al que nos enfrentamos." Lo anterior expresó el novelista mexicano durante su conferencia magistral ayer en la 13 Reunión Anual de Organizaciones de la Sociedad Civil (Impacto Social y Económico de la Acción Ciudadana).

fuentes_filantropia1Dijo que los optimistas pronósticos de un nuevo orden mundial se derrumbaron con los hechos del 11 de septiembre y que estamos viviendo "una guerra inédita, sin mapas de camino y enmascarada", para la cual, la única respuesta es "reforzar los valores de la sociedad civil", así como "llamar la atención sobre esas otras formas de la violencia que son las agresiones contra el equilibrio de la biosfera, la marginación e injusticias impuestas a la mayoría de las mujeres, o la persistente desigualdad entre los mundos desarrollados y en desarrollo. Si vamos a vivir en un planeta unido, la globalidad no lo será sin la corresponsabilidad".

La crisis de la civilización moderna ya no es privativa de un país o sistema alguno, abundó Fuentes, luego de señalar que la ecología, los derechos femeninos, la cooperación Norte-Sur, el narcotráfico, la xenofobia, la homofobia, el chovinismo, las pandemias incontrolables, son sólo algunos de los temas que se deben considerar en una agenda mayor.

"Lo dramático del asunto es que los problemas crecen, pero las instancias de resolución diminuyen. Asistimos a un deterioro de las jurisdicciones tradicionales para atender los problemas. Nación e Imperio, Estado y Comunidad Internacional, Sector Público y Privado, todas estas apelaciones tradicionales están de una manera u otra ?a veces obvia, paradójica o disfrazada?, en crisis, porque no hemos sido capaces de crear una nueva legalidad para una nueva realidad".

Realidad sin legalidad, este vuelve a ser hoy nuestro desafío. Una realidad mutante y una legalidad incierta.

"El largo esfuerzo de la civilización por crear una normatividad justa entre las naciones ?siguió Fuentes? se topó constantemente con dos obstáculos; uno, su carácter no impositivo: la ley se obedece, pero no se cumple y, dos, la celosa soberanía de los Estados-Nación".

La Liga de Ginebra, apuntó el autor de Terra nostra, no pudo contener los nacionalismos extremos (el fascismo y en nazismo) y la Organización de las Naciones Unidas no sólo perdió tiempo y autoridad durante la guerra fría, sus instituciones fueron creadas a finales de la Segunda Guerra Mundial para menos de 50 naciones, hoy la ONU tiene más de 200 miembros. "La legalidad ha sido avasallada de nuevo por la realidad, y la reforma de los organismos internacionales será tarea primordial del siglo que empieza."

Carecemos de una legalidad que rija a la globalización, señaló Fuentes, "pero creo que sí es posible socializar la economía global" . En ese sentido, el "tercer sector (organizaciones de la sociedad civil) es el puente entre el sector público y privado, para devolverle el poder a la gente".

Al término de la conferencia, Fuentes comentó que el conflicto en Afganistán tiene que ver con la situación que existe entre Israel y Palestina. "Mientras no existan fronteras definidas, y no se respete las resoluciones ad hoc de la ONU, la guerra se puede extender más allá de esos países. México puede reclamar en el Consejo de Seguridad que se cumplan esas resoluciones, estableciendo la seguridad de Israel, pero también la existencia del Estado Palestino."