MARTES Ť 6 Ť NOVIEMBRE Ť 2001

Una recomendación...

Apenas el 17 de mayo pasado, como parte de la recomendación 3/2001 que la CDHDF envió al jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, a propósito de las deficiencias en los juzgados cívicos de la capital, el todavía ombudsman, Luis de la Barreda Solórzano, se manifestó porque fueran tomadas las medidas pertinentes "para que todos los juzgados cuenten con los espacios físicos que la ley señala" y "se proporcione mantenimiento periódico, adecuado y suficiente a las instalaciones".

La recomendación está dividida en nueve puntos, cinco de los cuales se refieren a los espacios e infraestructura con los que trabaja el personal adscrito a los juzgados cívicos, tres a cuestiones laborales y uno más a las condiciones para infractores.

En sus puntos cuatro y seis se establece que las autoridades deben dotar de "útiles de trabajo, equipo y mobiliario adecuados" al personal para el desempeño de sus labores, así como de los servicios indispensables para satisfacer sus necesidades básicas tales como agua para beber y sanitarios en buenas condiciones.

A más de un mes de haber dejado el cargo, estas observaciones parecen aplicarse ahora a la misma sede de la CDHDF, presidida durante ocho años por Luis de la Barreda, según se desprende de las fotografías y el informe presentados ayer por su sucesor, Emilio Alvarez Icaza.

SUSANA GONZALEZ G.